martes, 30 de junio de 2020

DOS en UNO


Seas mujer u hombre, TODOS hemos sido concebidos en la divina dualidad entre un óvulo y un espermatozoide; desde esa fusión energética nos fuimos convirtiendo en vida hasta salir de la incubadora natural que es el vientre materno; todo lo que ocurrió antes o después del nacimiento viene adherido a nosotros como huella transgeneracional, con la única diferencia que esta información está en nuestro subconsciente -  Cuando con valentía logramos descifrar esa huella, es ahí en donde nuestros miedos y traumas conscientes e inconscientes empiezan a sanar.  


Esto nos enfrenta a una realidad, tenemos un porcentaje de nuestro padre y madre con nosotros, ese equipaje constantemente y según las circunstancias varía hacia un lado o el otro, lo que nos permite actuar según rol o sobre reaccionar cual protagonista de telenovela.   El rol es lo que realmente somos y el papel es como actuamos.

LO QUE NOS ENSEÑARON.

Desde ese momento en que la mirada física te engancha a ese otro ser, empieza un juego hormonal que nos lleva de un suspiro a la excitación; consciente o inconscientemente empezamos el juego del “Amor” el cual es un programa incuestionable insertado en el hogar, reafirmado en la sociedad y finalmente es empaquetado en el culto o la iglesia.

 “ El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará.” – Primera de Corintios 13 – 4 al 8

Es aquí donde la valentía es necesaria, ya que cuestionar es el norte que nos conduce al entendimiento; aquello que no cuestionamos siempre permanecerá en la sombra, en el oscurantismo cual venda que nos impide descubrir nuestra verdad.

Cuando nos enamoramos automáticamente sentimos la necesidad de POSEER; este o esta es mi pareja, avanzada la cosa impedimos que el otro SER sea quien es, ya que pretendemos cambiarle a nuestro gusto y parecer; finalmente una vez logrado el objetivo, el “amor” llega a ser algo que no se sabe explicar…   “Es que yo te amo” ¿Y cuál es tu manera de amar?

Amamos según lo que aprendimos del amigo/a, lo que vimos o sufrimos con nuestros padres o como bien lo leímos arriba, lo SUFRIMOS ya que es lo que Dios quiere para nosotros.

Pregunta: ¿Dónde está el amor en el sufrimiento?

El objetivo de toda persona en este planeta es SER FELIZ y vivir en PAZ, esa paz que se alcanza empezando por uno. Somos un entero, no necesitamos medias naranjas o limones para estar completos cuando vivimos el amor propio, entendiendo también que probaremos medias toronjas, melones o hasta medias fresas; ellos/ellas son maestros del camino y desde el desconocimiento o la sabiduría nos enseñan a ESTAR COMPLETOS = A amarnos.

EL DESBALANCE DE TU SER

Cuando se pierde el equilibrio, inclinando consciente o inconscientemente la balanza hacia uno de los lados (El rol masculino o el rol femenino) en más del 50% y de manera constante, la relación pierde la esencia que les permitirá brillar individualmente.   Para entender esto te pondré un ejemplo que puede ser el tuyo, el de una amistad o el de tus padres.

En la infancia viste programas o películas donde el padre se levantaba de la mesa dejando el plato ahí, en tu mente pudiste deducir inconscientemente – Ese es el rol del macho de la casa (Lado masculino) o pensar “Que huevo; si el no cocino por qué no lo lleva él al fregador” (Lado femenino) estas primeras observaciones nos empiezan a marcar el rumbo, enfrentándonos a decisiones que en la adultez se reflejan así.

Estando en pareja, él cocina mientras tu estás atendiendo cualquier cosa.  Él te llama a comer sirviéndote la mesa con mantel y todo (Lado femenino) tu llegas, comes y conversas de cualquier cosa, terminas y sin mayor gesto te levantas y sigues con lo tuyo (Lado masculino). En la noche la mujer siente deseos intensos y él, agotado por lo que sea, no demuestra interés…  La incomodidad manifiesta de ella (Lado masculino) le impide negociar un mañanero y exige hasta que él accede.   ¿Dónde está el amor en la imposición?

Como este ejemplo hay cientos, en donde ella montada en un rol masculino que no le pertenece, deja de lado su esencia de Diosa y Reina o por el contrario, es el hombre quien desde un rol mayoritariamente femenino oculta al Dios y Rey que debe ser ante ella y para ella.

¿DIOS y DIOSA?  Aquí la explicación.

Independientemente de la divinidad en la que creas, fuimos hechos a su imagen y semejanza, por ende, al mirarte al espejo ves a tu Dios o a la Diosa que eres; sí, esto suena a herejía, pero cuando aceptas que el crecer desde dentro te lleva a entender que somos energía o luz divina, te percatas de la magnificencia de lo que es el ser humano.  Nacimos para aprender a ser mejores, ayudar a los demás y vivir en paz…    Si tu crees que vinimos a este plano para sufrir, no se como llegaste hasta aquí.

En fin, debemos aprender a mantener el balance en nuestras relaciones, observando las conductas que afectan el brillo individual, siendo conscientes de nuestro actuar según rol a desempeñar dentro de la pareja y ojo, esto no implica que dejemos o tengamos que ser mas o menos cariñosos, significa dar sin esperar nada a cambio…   OBSERVA ESTO: Cuando das esperando que el o ella devuelva el favor, ahí es donde el amor se convierte en un negocio, ya que hay un intercambio de bienes o servicios.  Y cuando el bien a intercambiar es el sexo, esto ser convierte en una manera sutil de prostitución, NO ES AMOR.

Como ves somos DOS en UNO y lo ideal es encontrar el balance para que así el amor fluya como agua en el río, multiplicándose entre los dos; obvio es una constante donde no debe haber exigencias, por el contrario, en el constante dar de ambos, es donde radica la sana relación a la cual estamos llamados para seguir creciendo en el amor.

Abdiel Barranco C.

PD. Si quieres saber como convertirte en Diosa, espera el siguiente artículo.

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