Pilares de vida
- I
Conforme pasan los años vamos esculpiendo al SER que vive dentro de cada
uno, la dureza o belleza del material con el que estamos hechos es única, por lo que exponer lo mejor de su interior depende solo de nosotros; las herramientas que
tallan cada forma de nuestro corazón en muchas ocasiones pueden parecer
rusticas, dolorosas o en ocasiones hasta blandas, pero todas son necesarias
para perfilar con calma o intensidad lo que somos.
Cuando se toma la decisión consciente de avanzar en el camino al SER mejores
personas, surge la esperanza desde dentro, los miedos se dejan atrás, la
certeza, intuición y la plenitud nos inundan, no como un halo místico que nos
lleva a levitar, mas bien es la sensación constante que todo está bien;
cambiamos los problemas por situaciones, el apego por el amor propio, la música
estridente y sin fundamento por sonidos que llegan al alma.
Todo esto tiene un sustento o soporte que varia y lo hacemos evidente en todo lo
que decimos o ponemos hasta en nuestros perfiles en redes sociales “Mis
hijos lo son todo” “Amo a Dios” “Josesito, sin ti mi vida no sería igual”
“Detesto las mentiras” eso es lo que somos y lo gritamos al mundo sin
darnos cuenta que sin ese “sustento” donde quedamos nosotros; los hijos se van,
las parejas cambian, atraemos las mentiras y en ocasiones creemos que Dios nos
falla.
¿En que se sustenta nuestra existencia?
Así como los edificios, nosotros también tenemos pilares o columnas que nos
permiten crecer; es lo que nos sostienen en momentos difíciles y nos elevan
cuando aprendemos; estos no son físicos y no se ven, pero se sienten; los
podemos fortalecer y lo mejor es que los podemos cambiar cuando nos damos
cuenta que ese pequeño tablón que nos sustenta ya cumplió su misión. ¿Llego el tiempo de cambiar tus pilares?
No te daré el consejo que no me has pedido, por eso te compartiré los tres
pilares que hoy son mi base para seguir creciendo; puede que mañana los ajuste,
mas no creo que los cambie, ya que en ellos reposa mi SER. Los puedes usar solo como referencia o guía,
pero debes buscar dentro de ti para encontrar aquellos que respondan a tu sentir sin generarte dolor o incomodidad.
AMOR propio, APOYO a los demás y PAZ interior.
En el proceso de crecer descubrimos que somos únicos e irrepetibles; se
llega a esta verdad luego de perdonar todo lo que nos dijeron desde
chicos: Se valiente, no llores, estudia,
ten hijos, lucha y se alguien en la vida…
Pero nunca nos enseñaron a AMARNOS a nosotros mismo, conocernos mejor
que nadie y vivir desde dentro; este cambio de mentalidad es la puerta de
entrada al mundo del SER, donde no hay criticas que te afecten, el silencio y
la escucha activa son tu mejor respuesta o cuando al hablar o pensar reconoces
la voz de tu ego y aprendes a callarlo.
Así florece el amor propio, el cual se cultiva desde que despertamos con un
GRACIAS al disfrutar del día, aunque este lloviendo. Por esto te propongo algunos ejemplos que de
seguro serán de utilidad para que seas el agricultor de tu propio ser y veas
florecer tu jardín interno del amor.
Calistenia mental
del Amor Propio
La palabra calistenia proviene del griego kalos
(belleza) y sthenos (fortaleza).
Cree en ti: Alguna vez te han explicado que significa creer: “Considerar
una cosa como posible o probable, sin llegar a tener una certeza absoluta de
ello” pues hay que desarrollar la certeza
que existimos y que somos SERES únicos, es fundamental en todo esto y aun
cuando hayas escuchado “quien te va a amar si tu no te amas” lo cual es
común, hay que profundizar mas en esto, dado que todos vinimos a este mundo
para cumplir una misión, misma que a lo largo del camino nos la ocultan
(Tema que tocare en otro artículo), pero ahí está, solo debes creer en ti para
descubrirla.
Escucha con atención: En la escuela nos enseñan a escuchar, en casa los
regaños o consejos de mamá son parte de esa enseñanza, pero cuando pasa el
tiempo la conciencia nos permite ESCUCHAR el mensaje que entre líneas
nos querían decir y justo ahí está otra clave; hay que SER mas conscientes de
vivir el hoy, escuchando y leyendo desde el sentir, no desde el ego los
mensajes que nos dice el corazón. Que
siente tu corazón cuando pasa algo, no tu mente, tu corazón.
Meditar no es una moda: Hay distintas maneras de meditar y aclaro, una cosa
es hacer yoga y otra es meditar… No
necesitas tomar un curso, ya que meditar es llegar a ESTAR con uno mismo,
adentrarse con calma a nuestro propio Ser, es estar en silencio, el silencio de
la mente, ese que nos permite regresar a ese momento espacio tiempo donde algo
nos paso y soltar ese nudo que atado al corazón sigue causando dolor.
Perdonar y soltar: Ya hemos hablado de esto, pero cuando perdonas
desde el amor, aligeras la carga emocional que te enferma, impide avanzar y te
lleva a ponerte una mascara tras otra, para así tapar lo que realmente sientes
y te impide amarte, amar tu ser, tu cuerpo, tu mente, tu alma.
TODO A SU TIEMPO
Cada proceso es diferente, lo
vivirás a tu tiempo y a tu manera, recuerda que esto es solo una propuesta, por
lo que te recomiendo tomar uno de estos puntos a la vez; explorarlo y
divertirte sin juicios para entenderlo, interiorizarlo y aceptarlo; no es
obligatorio o una lección para hacer un examen, es solo un acto de amor para
ti, ve sin prisa y con calma por tu camino, disfruta cada descubrimiento, sorprendente
y si te dan ganas de llorar, pues llora que carajo; es tu vida, son tus
emociones, eres tú.
Te doy la bienvenida a tu amor
propio.
Abdiel Barranco
C.
PD. Tocaremos cada pilar por
separado.

No hay comentarios:
Publicar un comentario