¿Qué quiero decir con esto? Pues sencillo: Mientras lees estas letras puede haber
un SER sentado en una playa de Tahití diciendo que el sol esta muy caliente,
otro en la sabana africana viendo leones y maravillado con las jirafas o tal
vez postrado en la cama de un hospital, quizás alguien disfrutando de la
intimidad más energética que existe; todo esto y mucho más en este mismo instante. Por esto no hay nada malo o bueno, todo es
según como tú lo percibas, ya que TODO es relativo.
Ahora me dirás… “Entonces la
muerte es buena”. Pues para el que
se fue puede que sí, eso nadie lo sabrá, ya que ese era el proceso de esa
persona, no era el tuyo o el mío.
Aparte, muy bien lo dijo Albertito Einstein “La energía no se
destruye, solo se transforma” o la máxima de Carl G. Jung “La represión e
inhibición del propio Ser dificulta que vivamos la vida que realmente
deseamos o necesitamos llevar, causando una profunda frustración y
sufrimiento”.
Cada
uno vive su proceso
Adentrarse
en el mundo de las percepciones no tiene nada que ver con drogas, aunque dentro
de las culturas chamánicas (De Chaman = Médico / “el que sabe”) existe la práctica
ancestral de rituales etiquetados en occidente como malos u oscuros. El uso del peyote, el mezcal, ayahuasca,
hongos o el cannabis es para ser intermediario
entre el mundo natural y espiritual; es viajar entre estos mundos en un estado
de trance y paz.
En mi
caso jamás he practicado alguno de estos rituales, pero mi curiosidad me ha
llevado a investigar, leer, conversar y aclarar mis dudas justamente para no
juzgar y quedarme en la ignorancia lleno de prejuicios o creencias limitantes… Espero no me vengas a decir que conocer o
aprender es malo, cuando siempre se ha dicho que “El conocimiento es
poder”
Por esto
en mi proceso de crecimiento personal he aprendido que una de las actitudes que
mantiene VIVO el cerebro, como lo reconfirma Javier Santaolalla – Doctor
en Física, es la curiosidad y si le sumamos lo que dice David Bueno
- Doctor en biología y
profesor de genética en la Universidad de Barcelona. “La creatividad, la empatía, la
música y la psicomotricidad (El conocimiento de tu propio cuerpo) nos permite mantener
la Neuroplasticidad que es la capacidad que tienen las neuronas para seguir
haciendo mas conexiones y así aprender basados en la experimentación y no en
supuestos”.
Cómo ves, el leer o hablar de “Estas locuras” no requiere
fumarse un bate o irse al lado oscuro de la fuerza, todos esos son prejuicios y
miedos que son controlados por el famoso Sr. Ego para que así sigamos siendo, como
bien lo dijo el Rey Felipe Primero en la Francia de principios de 1800 “Soldados
mansos y obedientes”.
¿Por qué le tenemos
miedo a cuestionar?
Esta interesante pregunta ha rondado en mi cabeza por años,
por lo que he escuchado a Yoguis, leído a
científicos, buscado en la psicología mas profunda de Freud y Jung, así
como conversado con hombres y mujeres del campo y muchos niños dándome cuenta que
hay dos etapas importantes en nuestro crecimiento: Los proceso cognitivos básicos: Etapa en la infancia donde
comenzamos a experimentar nuestro entorno por medio de la atención y memoria activando
el aprendizaje, en donde DEBEMOS cuestionar para así entender y saber
que un vaso es un vaso, que el fuego quema, que si no como me pongo
malito. La segunda ya es más avanzada
e involucra el desarrollo de un lenguaje más
amplio, el pensamiento crítico y la inteligencia siendo justo en esta
etapa donde vienen las prohibiciones o barreras que levantamos para “proteger”
a los infantes. “No toques eso” “Ya deja
de preguntar”
Como
dice Ken Robins - Educador, escritor y conferencista
británico - “Matamos la
creatividad” de los niños y con ella las ganas de cuestionar, investigar,
aprender.
Esto repetido mil veces es una práctica nefasta para el proceso de crecimiento de niños, niñas y jóvenes, ya que nos afronta a nuestra propia ignorancia y ese es el CUCO de todo adulto. NO TENER LA RESPUESTA y aquí una pegunta cajonera.
¿Cómo vas a tener respuestas, si has basado tu vida solo en las respuestas que otros te han dado?
Quedarse callado no es aprender. SIENTE + piensa -
Volvamos a Woodstock
Imagínate en medio de ese mar de personas,
todos juntos disfrutando de la interpretación magistral de “Black magic woman”
de Carlos Santana, las vibras a 1,000 Hz y tu juzgando a la mujer que se quito el
brasier, al chico que baila solo, al otro que se fuma algo que le da risa o
criticando al que esta frente al escenario tocando un pedazo de pleywood
como si fuera una batería… ¿Qué recordarías de la experiencia que significo vivir el concierto mas legendario de la
historia?
Es así como el juzgar nos mantiene ansiosos por
vivir en el futuro del otro o el nuestro, mientras que la pena o el apego es lo
que nos retiene anclados al pasado, cuando lo que la vida nos pide es estar
100% en el hoy, el ahora disfrutando en libertad todo lo que tenemos frente a
nosotros, dando gracias por solo haber despertado, ya que hoy más de ¼ de millón
de personas no tuvieron esa oportunidad; es solo un cambio de actitud y soltar
los miedos.
Finalmente,
si tú has logrado experimentar ese viaje de “Sexo, drogas y rock & roll” te
pido me lo cuentes para así aprender sin cuestionarte o juzgarte. Me gustaría saber todo lo que
viste o hiciste, de tu sagrada experiencia, risas, alegrías o todo lo que
significo o significa para ti elevarte entre la naturaleza y los espíritus ancestrales
para así saber si te encontraste a ti mismo y hoy te consideras mejor persona
que ayer.
Espero
saber mas de ti, tu SER.
Abdiel
Barranco C.
Si te gusto compártelo y si no, tranqui, no esta ni bien, ni mal, es solo tu percepción.

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