Después del día “D”

Alguien no supo lo que tenía, hasta que te perdió.

Esto puede sonar agrandado y egocéntrico, pero es la esencia del amor propio y el inicio de la verdadera valoración de lo que cada uno es, siente y quiere de la vida.   Por esto es importante entender que todos llegamos a este mundo con la misión de encontrar la Paz y ser Feliz.  Para llegar a ese nivel de conciencia es importante borrar muchas creencias limitantes de las que ya he hablado en anteriores artículos, por lo que hoy te invito a que sin miedos nos adentremos en ti y tus sentimientos; no importa si estas sola o solo, casado o emparejada, ya que para que exista una pareja, primero debes SER consciente de quién eres y sientes.

 

Todo tiene un para qué.

Sentir es en esencia reconocer los estímulos que la mente y el cuerpo perciben por todo lo que pasa dentro o fuera “Es que siento mariposas en el pecho” “Siento un ardor en la boca del estómago” seguramente as experimentado ambos sentimientos y aquí viene la primera aclaración: Uno es físico (La sensación estomacal) y el otro es netamente emocional, ya que por obvias razones no tienes mariposas en el pecho, así como tampoco crecen árboles dentro de nuestro estomago si nos tragamos unas semillas.

Esta diferencia es la que nos permite entender que somos EMOCIONES, mismas que si negamos o no entendemos, traen como consecuencia una desconexión, falta de empatía o dificultad para relacionarnos con otra persona, aun cuando seamos amigueros y buena gente.   Enfocate, en este momento no hablamos de amistad, te hablo de relaciones de pareja.

Es aquí en donde el noviazgo, sí ese andar de manitos agarradas y preguntadera constante tiene un papel protagonista en esta historia y aunque no lo creas, ser noviecitos implica también leer el guion, aprender cual es tu rol en el noviazgo, cual es el lenguaje y el para qué de esta importante etapa.

 

Retrocedamos la cinta.

En esta ocasión no haremos un viaje hasta tus ancestros, quienes tienen mucho que ver en tu comportamiento de hoy; eso lo veremos en otra ocasión…   Vamos a regresar a tu juventud, tal vez cuando ya has pasado por el pierni mani culitanteo, llevas dos curitas en el 💔 y por ende ya sabes claramente que es amarrrrr…   ¡¡¡ALTO!!!  Ahora recuerda todas las palabras que te decía tu madre, tu abuela o quizás tu viejo.   “Las niñas buenas van al cielo…”, “no dejes que nadie te este manoseando” o a los varones “agarren a sus gallinas, que mi pollo esta suelto” o como me decía mi madre “póngale gorrito al pajarito”; si supiera que yo perdí mi virginidad a los 21 años.  

Todas estas frases quedan grabadas en el subconsciente sin mayor explicación, por eso se convierten en mitos o archivos no DESCLASIFICADOS, por lo que, entre los consejos de la abuela y los sermones del cura o el pastor, por ese beso de lengua y amígdala, seguro pensaste que al infierno irías a dar.

En medio de este cuento, llegamos al matrimonio cargados de lo que llamo PAJA MENTAL para no decir falacias sociodogmáticas.   Sí, desde la inocencia e ignorancia de nuestros antepasados creemos que esos dichos aclaran cualquier duda mejor que una explicación realista y oportuna, cuando desde la infancia somos seres espirituales teniendo una experiencia humana, por ende, en el corazón no hay espacio para miedos o mitos solo para el amor.  ¿Pero cómo va a florecer el amor en tu corazón, si desde la cuna nos cubren con miedos, dichos y leyendas?

Por esto, en la suma de los miedos (El tuyo y el mío) vivimos en la constante queja, manteniendo expectativas, levantando ladrillo a ladrillo muros de miedos, celos o nuevos mitos que como resultado generan desconexión de las emociones y como consecuencia se apaga el amor, se enfermando al corazón y el cuerpo.

 

¿Ahora si nos estamos entendiendo?

Una vez das el paso al crecimiento de tu propio ser, entras en un proceso de liberación donde puede que empieces a SENTIR ganas de llorar al reconocer tus apegos o por el contrario respiraras con tranquilidad dando paso al sosiego, dejando el miedo a un lado y cargándote de buenas vibras para así empezar a crecer y sanar desde adentro.

Este camino será mas fácil de recorrer si te das la oportunidad de mirar hacia adentro, despertando tu intuición, resonando más con tus sentimientos y no con tu mente; como sabrás, esto es crecimiento personal, el cual nadie podrá desarrollar por ti, entiende también que no es cuestión de una conversación o una sola lectura o charla; este interesante proceso requiere que aprendas a convivir con tu soledad, tus miedos y así con la ayuda de buenos libros, vídeos o el apoyo de un mentor empezaras a quitarte las capas, muchas capas de creencias que te siguen limitando.

Así cuando te llegue el DÍA “D” tu alma estará lista para soltar desde lo material, hasta las heridas del pasado aligerando tu carga, soltando todas las piedras que aun llevas atadas al corazón y sin pena miraras a la persona que esta a tu lado y sabrás reconocer que el momento a llegado.

 

Abre los ojos

No te estoy proponiendo el divorcio o que te separes para saber si puedes estar a solas, mi intención es que te descubras, que valores tu vida y que le des sentido a la misma, muy aparte de los hijos, la familia extendida, las amistades, el trabajo, la religión, los sueños…   TODO eso está afuera de ti, por ende, desde la música que escucho, hasta mi sentir al momento de escribir estas letras, están enfocados en una sola cosa, transmitirte PAZ y esperanza de que hay un camino para ti, mucho mejor del que hasta ahora has recorrido y ese camino es el del amor.

Y para recorrerlo, la única licencia que necesitas es creer en ti.

Abdiel Barranco C.

Cuando te descubras, nadie podrá manejar tu vida o decidir mejor el camino que tú.