jueves, 4 de junio de 2020

Recargando...


Solemos pensar que la lluvia es sinónimo de tristeza o melancolía, cuando es purificación y renovación; cada gota es parte de un todo, así como tú, yo, nosotros somos parte de un todo llamado humanidad.  La lluvia es energía natural en esa dualidad tan necesaria, donde el sol con su infinita luz es parte de la ecuación que damos por hecho, así como el respirar o el ser.

De energía va la vida, la escuchamos en la risa de un niño, en el florecer de una planta, en aquella canción que te hace bailar o en las páginas del libro que te hace reflexionar, eso es energía vista desde el alma; percibirla requiere un esfuerzo diferente, por eso cada día cobra mas sentido la frase que dice “Hay que desaprender, para volver al SER”

En este tramo de la ruta.

Lograda la reparación o sanación del corazón, hay que reanimarlo para que con fuerza y sin miedos, vuelva a latir y lo vuelvas a sentir…   Que rico es sentir su energía y no hablo solo de sus latidos, es cerrar los ojos y percibir como irradia luz; la experiencia que conocemos como ansiedad se transforma en energía vibrante, yo la experimente estando en cama un día al despertar y reconocerme consciente de mi ser.

Los minutos pasaron y me hice uno con mi presente; este es un regalo que cada uno puede recibir en cualquier momento, solo es cuestión de atreverse a soltar y confiar, soltar y confiar.

Por eso estas aquí, presente en el hoy con ganas de dejar las maletas que sean necesarias, en lo que he llamado el taller del Ser.   No necesitas cargar con tu pasado, ese ya sabes que no lo podrás cambiar, así como tampoco necesitas llenarte de ansias por lo que vendrá mañana; ACÉPTALO solo tienes el hoy, por eso te invito a recargar tu batería.

No hay mejor receta que la tuya.

Cada uno tiene en su ADN un código personal, no le pertenece a tu pareja, a tus hijos si los tienes o a tus padres, la alquimia con la que te hicieron vino cargada con su propia fuente de luz y hoy descubriremos juntos, como llegar a esa luz que sin darte cuenta ha ido disminuyendo su intensidad.

Primero respóndete estas preguntas…  ¿Si estuvieras en medio de la oscuridad, que tanta luz irradiaras? ¿Es luz tenue? ¿Luz brillante? O ¿Tienes una luz opaca?

Para buscar la respuesta no tienes que hacer una encuesta en Facebook o preguntarle a tu mejor amiga, debes soltar el ego y responderte a ti con honestidad y transparencia, para así descubrir y aceptar que no somos perfectos, yo tampoco lo he sido, pero justo por eso la vida nos da la oportunidad de mejorar, de reconectarnos con ese cable a tierra para volver a recargar la batería.

CONECTANDO…

Conforme ganamos años y vivimos nuevas experiencias, empezamos a generar pequeñas conexiones, hilos que “ocultamos” y permanecen atados al corazón por años; la suma de esos hilos mantiene vivo el dolor de eso que te hicieron, es así como tu corazón se empieza a descargar, volviéndote un ser opaco, sin brillo o con apenas una flamita titilante.   Esta es la manera más gráfica que encontré para que puedas ilustrar la importancia de cortar y eliminar cada uno de esos hilos de dolor que te limitan.

Ahora busca un lugar donde te sientas en paz y nada te interrumpa. Haz lo siguiente.

Cerra tus ojos y en tu mente harás un viaje a tu concepción, ese día donde tu padre y tu madre te concibieron; a que no fuiste parte de un plan, pues ya estás aquí…  Ese es un buen inicio, ya que debes perdonar a tus padres, aun cuando consideres no fueron los mejores; agradece que estés en este mundo y no seas solo un nombre en la lista de defunciones de un hospital.

Vez, de salida ya estas ganando.

Sana y corta ese primer hilo que tanto dolor te ha causado, pero desde el amor y el perdón, ve recordando con calma cada acontecimiento de esa primera infancia, tal vez un mal golpe o recuerdo negativo y córtalo de raíz, siempre sanando desde el amor aquello que te hicieron.   Aquí debes aceptar que ningún progenitor hace algo con premeditación, todo es desde la inconsciencia y el desconocimiento, por lo que has de perdonar y corta cada hilo.

Y así ve avanzando en tu propio pasado, cortando cada una de esas conexiones que te han descargado el corazón a lo largo de la vida, poco a poco te sentirás más liviano, puede que llores, así que fluye con lo que sientas, no represes sentimientos o emociones, solo se como aquella hoja que el río lleva placida por el caudal.      Ahora, ve y reconcíliate con tu SER.

Al volver...

En mi proceso admito que me caí de la cama, por lo que di las gracias y lloré, recordé cosas de mi infancia que estaban latentes ahí y que he liberado, para así aceptar que fueron parte de lo que soy hoy, viviendo cada vez más consciente en mi presente, ya que vivir en el hoy, es y será el objetivo de cada día para así seguir sanando ese pasado.   Gracia, mil gracias.

Respira, respira, respira…  Lleva ese aire necesario a tu centro y poco a poco sentirás como desde tu SER empezaras a sentir esa energía diferente, la cual recargará tu batería.

Recuerda cada proceso es diferente, así como las gotas de lluvia, pero puedes conectarte con esa experiencia en cada ocasión que sientas que hay algo que te resta energía, busca y corta aquel hilo que te roba luz, tu ser y sigue creciendo.       Nos vemos en la próxima.

 

Abdiel Barranco C.

PD. Gracias, mil gracias.


martes, 2 de junio de 2020

Chapisteando el corazón.


Has llegado en el momento correcto al taller. No ha sido antes, ni después, sino cuando tenías que llegar. Esto lo dejo claro desde el inicio, dado que las casualidades no existen; tu proceso de crecimiento necesita un alto, y bueno, qué mejor momento para llevar tu vehículo al taller, para que una vez reparado puedas seguir recorriendo tu vida, dejando atrás la preocupación por si algo se jode en el camino, ya que de seguro sabes que hay algo flojo, roto o golpeado por ahí.

RELÁJATE que esto va a empezar.    ¿Quieres un cafecito o aquella bebida que más te guste?

En este proceso del CRECER hemos ido ajustando piezas, reparando aquellas que tienen solución o definitivamente reemplazando otras.  Esto es un paso natural, al cual llegamos luego de intentar embonar piezas chimbas, modelos anteriores e inclusive de otros vehículos que, aunque similares, no logran generar la energía que tu vehículo necesita para seguir en ruta.

Al final todos estos cambios afectan al motor: sí, nuestro motor es el corazón, esa hermosa creación fuente infinita de energía, luz y ganas de vivir, que en muchas ocasiones hasta desaparece de nuestro propio sentir, ya que dejamos de ser conscientes de su presencia e importancia, hasta cuando ya es tarde o comienza a fallar.

Como sabes, tu motor se compone de muchas partes, piezas chiquitas y grandes, pero cada una de ellas es importante para que siga manteniendo su energía. Es aquí en donde debemos agradecer conscientemente el trabajo que ha hecho a lo largo de nuestra vida. Dile “Gracias corazón, gracias por tu infinito latir, el cual me permite estar aquí. Lamento todo el daño que te he causado, inclusive por dejar de sentirte, de amarte siendo tú el que más me ama al permitirme cada día seguir viviendo…   Gracias”

RESPIRA y vuelve a leer este agradecimiento, siendo consciente de cada palabra.

Muy bien, es importante que reconozcas que de nada te sirve manejar un Ferrari rojo descapotable, si el motor tiene fugas y desperfectos.  Por eso en este taller del SER, empezamos la revisión por lo más importante, tu corazón…    Sé que esto sonará extraño, pero los cubanos definen chapistear como: Reparar un objeto roto o viejo”, por lo que si tienes el corazón roto...  ¿Cómo podrás acompañar por la ruta a otra persona, si tu motor no está en condiciones para seguir y compartir el camino?

En mi caso, cada ruptura encendía una lucecita más en el tablero de control “Check engine” ¿y qué hacía? Simplemente la tapaba de manera inconsciente, buscando sexo, escapando de esa realidad o enfocándome full en el trabajo.  Así solo echaba más peso en el maletero, creyendo que por fuera y por dentro estaba bien.  Levanté barreras, oculté miedos, dije te amo mil veces; así fui descubriendo la diferencia entre felicidad y paz, llegando al momento consciente de decirme a mí mismo “Ya no quiero esta vida saltando de falda en falda, sin sentir mi corazón”.

Cada proceso es diferente, pero el tiempo de Dios es perfecto, único e irrepetible para cada uno. Por eso, cuando en el camino se enciende una señal de ALTO, hay que detenerse para evitar quemar el motor, el cual pierde energía enfermando el resto del sistema, llenándonos de odios, aumentando nuestros miedos, etc.  Es como si conectáramos el tubo de escape, a una de las ventanas, concentrando todo el humo adentro. Por eso dejamos de ver los sueños, nos intoxicamos con nuestros propios desperdicios y nos apagamos lentamente, arrastrando a otros en nuestro cada vez más lento viaje, alejándonos cada vez más del SER.


COÑOOOO hay que despertar.

Sí, nos fusionamos en la congoja de ese pasado cargado de egos, por lo que te invito a despertar en el HOY.    Ya viste la radiografía de tu motor, reconoce dónde tienes que dar unos golpecitos para enderezar su forma y función. También acepta que hay piezas que cambiar, reconócelo carajo.  Llevas años con esa válvula jodiendo tu marcha y te ha sido imposible retomar tu verdadero ritmo. Supera ese rencor de ese momento doloroso vivido con tu madre o padre, novio, hermano, amigo o jefe...  !!!SUÉLTALO¡¡¡

Llegaste hasta aquí para aceptar tu realidad, pero en este taller no ponemos piezas de segunda y menos chimbas, por lo que debes firmar y aceptar la responsabilidad de tus propias reparaciones, cueste lo que cueste, ya que quien saldrá a la calle con un vehículo repotenciado eres tú.  Libérate ahora de tu pasado y aprende a gestionar tu presente, mantente en el hoy consciente que estás en el camino correcto, tu camino, tu decisión.

Si estás seguro(a) que este es tu momento, abrázalo y hazte dueño(a) de tus emociones. No las controles, sólo se consciente de que están ahí para sentirlas cuando y como las tienes que sentir. Pero no te aferres a ellas, dile al “SR. EGO” que ahora tú tienes el control de tu vida, de tu HOY y verás como poco a poco comienzas a percibir tu mundo de una manera diferente.

MUY BIEN ¿Ya estas listo(a)?

Sólo tú sabes si tu motor está a punto, por lo que ahora saldremos a ver la carrocería, ya que este empaque que los demás ven, es el mismo que vemos todas las mañanas en el espejo y también hay que darle cariño…  

A ver... ¿Sacamos la máquina para pulir o el martillo para reparar las abolladuras?

Nos leemos en la próxima.

Abdiel Barranco C.

PD. Quiero leer tus comentarios.


jueves, 28 de mayo de 2020

Mirando fuera de la caja.





Las notas musicales que tiene la vida son para ser apreciadas y disfrutadas al máximo.  Es así como el amor madura a su ritmo, sonando con fuerza al inicio, llegando a la planicie de la experiencia y finalmente a la complicidad de la madurez. Tal como muchos anhelamos que sea, pero lo cierto es que en muchas ocasiones la vida tiende a ser como un currier de DHL, donde las ilusiones o expectativas son encajetadas, siendo parte de ese sueño que pierde hasta su propia música.

Aquí debemos liberar de toda culpa a nuestros primeros maestros y el camino al perdón es dejar atrás el miedo, los traumas, creencias limitantes o malas experiencias con nuestras parejas o aquella herencia no solicitada de nuestros padres y abuelos; eso fue lo que ellos aprendieron y que a ti te toco recibir.   Por esto, con responsabilidad y madurez te invito a seguir en ruta, haciendo una parada en la fábrica de cajas de cartón más grande del mundo.

No olvides poner música, aquella que más te gusta.

Recuerda, tú vas en tu carro y yo en el mío (Analogía del vehículo -el yo- y la autopista -la vida) *1 podemos decidir detenerte o avanzar en el momento que lo desees.

Muy bien, ya decidiste llevar tu vehículo al taller, ese donde lo desarman todo para reconstruirlo. Es ahí donde empieza el camino más hermoso que vas a recorrer en tu vida. Tal vez no esté lleno de flores o a la sombra, pero cuando tu motor este listo, podrás disfrutar de paisajes interminables, andando a tu tiempo y velocidad, poniendo en la radio aquella melodía que tienes en mente, ese es tu ser.  ¿Lo escuchas?

Entremos a la fábrica.

Antes de nacer ya tenías un nombre y como te dije, una herencia que no solicitaste. Tus padres y abuelos se encargaron, consciente o inconscientemente, de enseñarte los límites y aunque te parezca mentira, la primera barrera que afrontaste en tu vida fue la cuna donde te guardaban para protegerte. Ahí lloraste, dormiste y aprendiste a aceptar que el resto de la vida le pondrían límites a tu SER.

Luego te llevaron a un lugar de culto, donde creciste, aceptando la verdad incuestionable, donde para elevarte debes sufrir, viviendo con miedo a un Ser que debemos respetar sobre todas las cosas, donde el conocerte y amarte a ti mismo(a) pasa a segundo plano, ya que no puedes estar por encima de ese Ser Supremo, tenga el nombre, la vestimenta, historia o esté en el libro que sea.

Llegando el tiempo exacto y aún sin entender como debes amar y respetar a alguien sintiendo miedo y siempre estando en el pecado, pasaste a la parte de doblado, donde la caja empieza a tomar forma, ya que el diseño y material con el cual hicieron tu caja ya estaba definido desde antes ¿lo recuerdas?

Siguiente etapa: La escuela, ese micro mundo que por 12 o 14 años es tu universo, donde te enseñaron a no cuestionar al maestro o profesor, ya que “Tú siempre serás el huevo y el maestro la roca” donde también te confirmaron que “La letra con sangre entra” parte importante de este cuento, y joder, así quien no hace caso.  Te guardas tus preguntas, para no ser el/la sabelotodo, nerd o loser de la clase – Ahora entenderás el dicho que dice “Calladito(a) te ves más bonito(a)”

Cuando por fin te liberas del yugo y te ganas a pulso tu libertad, te dicen “Mientras vivas bajo este techo, seguirás mis reglas” o sea, sólo saliste del primer anillo de seguridad, por lo que aún, sí, aún no eres .   Te convertiste en el reflejo de tus padres, saliendo de un molde que la sociedad nos impuso a todos, para que así esto que llamamos mundo, tuviera un orden lógico.  Naces, creces, te reproduces y mueres. 

Si hasta aquí esto no te hace sentido…   Es porque no estás preparado(a) para esta lección.

Así vamos por la vida, entre enseñanzas y golpes, hasta que un día te llenas de ganas de VIVIR (Te hartaste de depender de los demás), tomas las llaves del vehículo que pudiste adquirir y adivina, no sabes manejar por la autopista de la vida.  Esa vía donde hay camiones, curvas peligrosas, empinadas lomas. “¿Qué hago si se me apaga el motor? ¿Y si pincho una rueda, una piedra me rompe el parabrisas o peor, me quedo sin gasolina…?”

Miras hacia arriba y sin darte cuenta, cerraron la tapa de la caja de tu vida, donde todo lo que te enseñaron no sirve de nada, ya que en la oscuridad, no vez el amor, la felicidad, la alegría de vivir, no puedes ver y menos entender tu SER, ya que siempre te lo han ocultado.  Toda la vida hemos vivido así, creyendo las verdades o mentiras de otros, rezando, orando, implorando por afecto, ya que debes amar a otro, por sobre todas las cosas.

Sí, esto va en contra de TODO lo que creemos y nos enseñaron. A mí también me costó entenderlo, pero ¿cómo vas a creer o amar a los demás, sin antes creer o disfrutar del valor que tú tienes, si no conoces y crees en tu maravillosa energía, si no entiendes tu verdadera esencia, sino conoces tu propio SER?

Cierra tus ojos y mira hacia arriba, ahí veras una pequeña rendija de luz, ese es el ticket de salida que debes tomar, para que así arranques con tu motor renovado (Tu corazón), el hermoso camino donde podrás salir de esa caja mental donde nos han ocultado todo aquello que la vida tiene para nosotros y que no alcanzaremos, mientras sigamos manejando por la vida, con una cajeta en la cabeza.

Sí, hay un mundo con muchos caminos por recorrer, pero depende de ti, sólo de ti, el tomar el camino correcto, por lo que te espero en el próximo artículo, para que juntos sigamos escribiendo la bitácora de esta ruta al SER.

Abdiel Barranco C.

*1 – Lee el artículo “La energía de la vida”.


lunes, 25 de mayo de 2020

La energía de la vida.


Crecer es un proceso que nos lleva paso a paso a entender muchas cosas de la vida, pero cuando elegimos romper nuestra caja mental y adentrarnos con valentía en nosotros mismos, caemos en cuenta de lo mucho que nos hace falta por entender, aprender y crecer, para que así la vida mágicamente comience a mejorar.   En este punto la pregunta que me surgió fue  ¿Cuánto o hasta dónde tengo que aprender para ser feliz?  Y te sorprenderá, pero la respuesta que vino a mí fue:  Sé feliz mientras aprendes en el camino. 

Por esto te invito a compartir esta parte del camino, el cual también puede ser el tuyo, con obvias diferencias de pensamientos, opiniones, profundidad de sentimientos y experiencias, justo lo que hace rico este proceso, donde debemos aceptar que es la fuerza universal la que nos une, siendo diferentes sólo en el CÓMO generamos nuestras propias acciones y experiencias.

 

TODOS SOMOS HUMANOS.

Somos al menos 8 mil millones de almas. Sí, es un número muy grande y cada uno de nosotros tiene su verdad, su pasado y su presente, por ende, imaginar que todos podamos dar la misma respuesta a una sola pregunta es por decir lo menos, IMPOSIBLE.  Pero adentrándome más en el SER y con la intención de yo mismo entender, empecé a filosofar creando la analogía del vehículo (el yo) y la autopista (la vida).

Elige ahora el modelo y tipo de vehículo que más te guste, ponle el color que prefieras, los acabados y decoraciones que te plazcan…   Muy bien.   Ahora viene lo bueno. TODOS, independientemente de esos detalles banales, tenemos dentro el mismo motor.   Sí, todos tenemos un corazón, cerebro, pulmones, etc. en esencia ante los ojos de Dios (cualquiera que sea el tuyo, inclusive si no lo tienes) somos iguales.

Acéptalo, si tú te cortas un dedo te saldrá sangre, la misma sangre que le saldrá a un hebreo, a un chino, a un aborigen australiano, a una persona de África o al sin casa que vemos en la calle.   Cuando logras entender esto, viene la aceptación y ahí empezarás a asomarte fuera de tu caja mental, para luego entender el proceso, mismo que tiene como escenario la autopista de la vida.

Arranquemos, tú en tu carro y yo en el mío.

La vida no tiene límites de velocidad. En el proceso debes aprender a gestionar la velocidad / intensidad con la que vives, esta es una responsabilidad individual, no la de tus padres, hijos, pareja o amistades. Culpar a cualquiera de ellos de tus desventuras, es mantenerte en una posición infantil y de víctima.   Es que mi pareja me engañó, es que mi padre me pegaba, es que mi hija no me llama, es que, es que, es que…  ¿DEJA DE QUEJARTE TE DICE ALGO?

Cada acción que nosotros generamos es como un watt de energía (por ponerle una medida conocida para todos). Cada acción positiva aumenta tu energía, mientras que las negativas te restan energía.  Decir buenos días, dar aquella sonrisa de apoyo o una colaboración no solicitada dada desde el corazón, se convierten en muchos watts de energía, permitiendo que tu motor vibre en POSITIVO.

Como te darás cuenta, el motor que mueve tu carro es eléctrico, ya que somos ENERGÍA pura y renovable, la cual emana de los impulsos eléctricos que salen del corazón.   Ahora, para que puedas avanzar de manera constante en la vida (con todo lo que esto implica) ¿Qué tipo de energía necesitas?  

Bingo, ya estas entendiendo la esencia de este artículo.

 

¿Cómo alimento mi energía positiva? 

Antes de entrar en el cómo, primero debes reconocer los puntos de fuga por donde la energía positiva escapa.  De nada servirá que sepas como elevar tu energía, si NO eliminas las fugas.  Por esto, volvamos a la ruta.  En esta empezarás a ver vallas, letreros, personas, noticias, acontecimientos que buscarán, por todas las maneras, sacarte del camino para literalmente chuparte la energía.  Estos llamados vampiros energéticos son las malas noticias, las fake news, la crónica roja o amarilla, el bochinche de la vecina o las amistades, inclusive mansillarte con ese pasado que no cambiará.

Si decides seguir prestando atención a todo aquello, tu carro empezará a reducir su velocidad y seguirás siendo víctima del estrés, el dolor de cabeza o espalda, la gastritis o cada cosa que sufras, siendo imposible sanarla, ya que te niegas a ser valiente y dejar atrás a los vampiros, fantasmas y dolores del pasado = carga innecesaria en el maletero de tu carro.

Ahora bien, empieza a contar la cantidad de maletas llenas de piedras que están en tu carro. Esas maletas las subiste tú, nadie las cargo hasta ahí y lo peor. Te aferras a ellas para encontrar las respuestas que no llegarán.    ¿Por qué, por qué, por qué…?    Ahora pregúntate.  ¿PARA QUÉ LAS SIGO CARGANDO?

No ahondaremos más en esto, por lo que te digo:   Para que puedas mantener el ritmo en este viaje suelta y confía, SUELTA Y CONFÍA.

 

Ahora inhala aire y suéltalo, vuelve a inhalar y suéltalo…

La vida tiene muchas explicaciones, pero a nivel energético cada SER es una batería que tiene su polaridad negativa y positiva.   Nos conectamos a la tierra por los pies y al universo por la cabeza, y en medio está el corazón.   

Volvamos al carro, tu carro.  Ahora estás a la orilla del camino y es bueno detenerse cuando pasamos un camino tortuoso, difícil, con muchos baches para ver si todo está bien; las rupturas, cambios bruscos o inesperados son el mejor momento para llevar el carro al taller.

Sal del auto y observa con detenimiento cada raya o golpe. Tal vez hay una lámpara rota, un vidrio rajado. Esas son las huellas de lo que has vivido. ¿Te duele verte así?  Ahora levanta la tapa del motor.  ¿Cómo lo ves?   ¿Hay mangueras sueltas por ahí, cables pelados, polvo y manchas de grasa?  Ese es tu pasado, no tu hoy.

 ¿Crees que mereces andar con un vehículo así? 

Antes de volver a la autopista de la vida, donde TODOS seguimos nuestro propio camino (proceso) debes soltar todo ese lastre.  Ojo, acá las palabras: difícil, imposible, no puedo.   Esas palabras las pones tú; deja esa mierda atrás y ponte el traje de mecánico y desde el AMOR PROPIO, empieza a reparar una parte a la vez.  Empecemos por:

EL PERDÓN: Cada vez que perdonas las heridas del pasado, sacas una gran maleta del maletero (Es que él/ella me fue infiel). créeme, nadie te fue infiel, una relación es de dos, ambos son responsables, ya que nos apegamos a que “antes no eras así” por lo que tienes dos opciones, seguir con carga en el maletero y la ventana rota o perdonarte para seguir avanzando.

EL MIEDO: No quiero quedarme solo/sola…   Adivina, así llegamos a este mundo, somos seres únicos y tenemos la capacidad de vivir sin depender.   Si tu carro se recarga con la energía de otro, es que tu abandonaste tu carro = Te abandonaste a ti.

LA CULPA:  Joder, esta sí que es una maleta pesada…   “Es que yo pude haber o decir...” nuevamente viviendo en el pasado, acéptalo, lo que pasó no lo puedes cambiar.  Lo que no hiciste fue porque no era el momento, no tenías las agallas o le diste largas por miedo a tomar la decisión.

Sí, probablemente te sientas como una mierda, pero sabes que no hay brillo sin oscuridad, no hay amor sin dolor, no hay crecimiento sin desapego.  AGRADECE el tener este tiempo para ti, para detenerte y ver desde fuera el daño que te has hecho…   Perdónate.

GRACIAS.

Estás empezando a ser valiente, ya estás viendo el borde de la caja, por lo que no te pierdas el próximo artículo, para que me acompañes en este camino de la vida.

 

Abdiel Barranco C.

domingo, 24 de mayo de 2020

De amor, desapego y cuarentena – Parte final.




La vida es un cúmulo de experiencias, aprendizajes e historias que nos hacen ser quienes somos. En sumatoria, la vida es buena o exitosa según los parámetros o experiencias que cada uno tenga.   En mi caso, ha sido un constante aprender, y en este momento importante de nuestras vidas, estoy aprendiendo a sentir, fluir y soltar desde el hoy y la energía, como un nuevo y sorprendente descubrimiento.

Desde el inicio de estos artículos, aclaré que estás en la libertad de asumir la responsabilidad de estar de acuerdo o no con lo que escribo o victimizarte por lo que descubras en estas letras. Al final, y como en todos los casos, lo que hagas es y será cosa tuya.  Con esto aclarado, inicio la cuadratura de este círculo. 

LA CUARENTENA

En medicina, cuarentena es el término que describe el aislamiento de personas o animales durante un período de tiempo no específico, como método para evitar o limitar el riesgo de que se extienda una enfermedad o una plaga.   Este es un excelente punto de partida, que nos pone ante un hecho cierto, SE AÍSLA a los que están cerca y mantiene lejos a aquellos con los que no podemos tener contacto, y justo eso es lo que experimentamos, especialmente en el amor.

Nuestros patrones de conducta no han sido entrenados o educados para asimilar fácilmente un encierro o separación de nuestros hijos o parejas, aun cuando se conviva bajo el mismo techo; esto es un caldo de cultivo que genera enojos, incomodidades, ansiedad, miedos y un sin número de pensamientos generados desde el EGO = miedos.

Esto, llevado a la relación de pareja, implica sentirse confundido por el desinterés manifiesto al romperse la rutina de lo que se consideraba “normal” generando distanciamiento y frialdad en la relación, lo cual agrieta aquello que esperamos del amor.   Aquí otra palabra clave, cuando esperamos X o Y actitud o respuestas de la pareja, es porque tenemos expectativas, uno de los recursos del ego, mismo que se alimenta de los recuerdos del pasado o las expectativas a futuro.

Recordemos que el amor en desapego vive en el HOY, según uno de los cuatro preceptos explicados en el artículo anterior, por lo que aquí empezamos a dar forma a la estructura del desapego.   Si yo NECESITO la presencia, aprobación u opinión de mi pareja, para yo sentirme feliz y completo, es porque estoy viviendo en el apego, haciéndome y haciendo daño a la relación, ya que no he generado la certeza de estar o vivir sin ese alguien o algo.

Todo esto ligado a que no entendemos que debemos tomar la ruta hacia la libertad de nuestro ser (SER = energía), y por el contrario, nos aferramos a lo físico “Ya que, si no te tengo a mi lado, es como si estuviera solo” y sorpresa, en el desapego el YO presencial no es necesario, dada la certeza que yo estaré bien contigo o sin ti. 

Entenderlo duele, tomando en cuenta que por años hemos creído que el amor es una PERTENENCIA, una posesión: mi novia, mi marido, mi hija, mi relación o mi perro…  Todo esto refleja posesión, pero al entender que el SER es único e individual y nos pertenecemos a nosotros mismos, se cambia la pertenencia, por la elección.  Yo elegí estar a tu lado, preferí compartir el hoy contigo, decidí estar a tu lado para crecer juntos y esto, es un acto de amor (amor = liberación).

Al interiorizar esto, me percaté que aquellas canciones románticas que tanto nos gustan están plagadas de APEGO por el ser físico, lo cual suena bonito y hasta lloré con la canción “The Reason" de Hoobastank, la cual dice “encontré una razón para mí, para cambiar quien solía ser, una razón para empezar de nuevo y la razón eres tú”.  Por lo general no entendemos que las parejas, inclusive las verdaderas amistades, juegan un rol importante en nuestro crecimiento personal, el cual es la opción que siempre está ahí para quien se atreva a tomarla desde el amor.

Esta es la manera en la que estoy soltando el apego y ahora abrazo el amor en desapego, empezando por amarme a mí mismo, sin juzgarme, sanando ese pasado donde me rechazaron muchas veces, también perdonando y entendiendo que mis propias falencias afectivas me generaron dependencia, desde la necesidad de sentir el más básico abrazo, al deseo de compartir la intimidad con la hija de Eva, que al igual que yo buscaba desde el apego, ese amor que dolió una y otra vez.

 “Qué difícil es el amor” solemos repetir y efectivamente, es complejo porque no buscamos entenderlo/sentirlo, sólo nos guiamos por los patrones religiosos, familiares, sociales, etc. para TENERLO, manteniendo en la mente esa imagen preconcebida de lo que es o debe ser el amor.  El amor no es para siempre – Dura lo que tiene que durar, porque nos viene a enseñar.  El verdadero amor es APRENDER a amarnos a nosotros mismos.

Es descubrir nuestra propia luz/energía, admirarla y mantenerla candente para luego compartirla desde el sentir y el esplendor, así disfrutamos sin esa necesidad imperante; estás aquí o allá sintiendo, siendo o haciendo aquello que se es y quieres SER = LUZ.   Esto es para mí amar en desapego, conocimiento que no llegó antes, ni después, sino cuando y como tenía que llegar, de la mano de quien tenía que llegar y ahora se fue, enseñándome a crecer.

GRACIAS a ti y a las demás personas, seres de luz que sus brillos y sombras tendrán, pero que son hoy, parte de este nuevo yo.   


Abdiel Barranco C.

PD. ¿Y ahora qué sigue?   Pues no sé, disfrutar del hoy, ya que el plan, es que no hay plan.

sábado, 23 de mayo de 2020

De Amor, desapego y cuarentena – Parte II

A lo largo de mi vida he sido del tipo de persona que cuestiona todo, bajo la premisa que si no sé algo, debo preguntar. Aparte, he aprendido a no puedo dar todo por hecho o que es así, ya que toda la vida se ha hecho de ese modo.  A mi entender esta frase del costumbrismo social o personal nos ha hecho mucho daño.

Es así como en esta trilogía dedicada al amor, el desapego y la cuarentena, doy respuesta a varios cuestionamientos, sólo con la intención de buscar mis propias respuestas. En tus manos queda hacer las respectivas valoraciones, tomar lo que te sea útil, tal vez cuestionarme o descartarlo pasando al siguiente post, así que empecemos.

EL DESAPEGO: Este concepto lo describo como una fruta exótica llena de semillas agridulces que germinan bajo cuatro preceptos que empecé a descubrir, una vez perdí el miedo a entrar en mí.

Veamos pues estas cuatro leyes del desapego.

Todo arranca por la RESPONSABILIDAD de aceptar que todo lo que nos pasa, bueno o malo, así como lo que pensamos o hacemos, están bajo nuestro control, por ende, debemos hacer frente a todas las consecuencias que esto ocasione, a uno mismo, como en las demás personas.   Pongamos esto en contexto.  Imagina que vives con tu pareja, ya se han comprometido/casado y por “x” o “y” situación descubren que efectivamente, lo que los unió fue un rico, intenso y placentero sexo.

Acá las opciones son: A- Romper por lo sano.   B- Volverlo a intentar.   C- Fingir felicidad.

Responsablemente lo lógico sería aceptar que, para evitar sufrimiento, es mejor romper.

Ahí caemos en el HOY…   Sí, VIVIR EL AHORA es el segundo paso para entender el desapego; lo que pasó ayer no lo podemos cambiar y aquello que podría pasar mañana en la relación no está garantizado, por ende, entendamos que aquellas maripositas que recordamos del ayer no son una base sólida para sostener el amor a futuro.

Aquí es donde la cosa se pone interesante, tomando en cuenta que la LIBERTAD es el tercer elemento del desapego.  Debemos tener claro que la libertad para decidir NO debe o debería ser influenciada por los demás, sólo por lo que sentimos, sin que esto nos genere conflictos internos o externos, para que así podamos seguir nuestra vida.  

Esto nos lleva a ASUMIR sin traumas las rupturas, pérdidas emocionales o físicas que tendremos en el camino y esto ante la imagen que tenemos preconcebida e idealizada del amor, es como destripar aquella fruta exótica y divina de la cual hablaba al principio, poniendo el YO por encima de los sentimientos, lo cual suena egocéntrico. 

 En resumen, el amor en desapego vendría siendo la responsabilidad de vivir en el ahora, con la libertad de asumir en paz todo lo que pase a tu alrededor = Gestionar nuestra energía interior y para desgranar esto, debemos regresar en nuestra propia historia.

 Nacemos en un núcleo familiar que ya tiene reglas preconcebidas en todos los aspectos (religión, sociedad, ideología, mitos, roles, miedos, etc.) así generamos vínculos fuertes desde la cuna y un ejemplo claro, es cuando en la temprana infancia, llorábamos porque papá o mamá se iban al trabajo.  Esto es apego = Del prefijo “Ad” que se traduce como “hacia” y el verbo “picare” que es sinónimo de pegar o unir, esto es una conexión natural que hay entre el hijo/hija y sus progenitores.

Por esto el apego es intrínseco a los humanos, pero con los años y las falencias en el manejo de las emociones, esto puede tornarse enfermizo para unos y otros, tanto en relaciones de pareja, familia, amistad o hasta en lo laboral, lo cual se evita o eliminan al vivir en desapego.

Es así como amar en desapego es para muchos, dentro de los cuales me incluyo, un actuar/sentir mas complejo de lo que conocemos y entendemos por amor.  Por esto me pregunté:  ¿Qué tiene de beneficioso amar en desapego?

Para entender esto, te propongo salir de nuestra caja preconcebida de “creencias limitantes” y miremos los toros desde la barrera.  Así que liberemos la mente de todo prejuicio e imaginemos una vida libre de sufrimientos, donde no juzgamos, critiquemos o señalemos a nadie por sus decisiones o acciones.  Donde el dolor, las lágrimas y la congoja sean parte del pasado, así la paz interior y la verdadera felicidad estarán contigo siempre, aun cuando todo el entorno se esté derrumbando…   Si logras entenderlo, estas iniciando el camino al amor en desapego.

 Según el budismo e hinduismo, vivimos y amamos en el Upadana = Apego, motivo por el cual la búsqueda de lo que somos. Ese camino al Nirvana o la felicidad total es un camino cuesta arriba que nos lleva a nuestro interior.  Ahora me dirás:  Ya esto se está poniendo esotérico y no es así. ¿Recuerdas que empecé diciendo que cuando no entiendo algo, busco las respuestas que me permitan entender?  Justo esa búsqueda del conocimiento interno me ha llevado a leer y buscar aquello que me trae paz y felicidad, aun cuando a mi alrededor todo se proyecte como un caos en este momento = Soltar y fluir esa es la cuestión.

Si llegaste hasta aquí es que también estás buscando una respuesta a lo que el HOY te esta perturbando.  Vivimos en un mundo en donde la velocidad y el ruido de los acontecimientos nos impide entrar a nuestro interior; es la constante distracción que no da respiro y aquí es donde entra Don Ego.  Él no es el culpable de todo esto, más bien es el actor principal de nuestra inconsciencia que nos impide ver, sentir o construir lo que realmente queremos alcanzar, desde el desarrollo económico, hasta el verdadero amor. 

Es el EGO que nos impide entender el desapego.  Por esto debemos aprender a gestionarlo, no controlarlo o reprimirlo, ya que cuando nos resistimos a algo, ese algo persiste (Lo que resiste, persiste.) y esto nos impide fluir.   Es aquí donde entra la energía a este cóctel de aprendizajes y me refiero a la energía como AQUELLO que nos mueve, que vive dentro de nosotros, siendo nuestro cuerpo terrenal, el estuche de toda esa energía que desconocemos y que está ahí para nosotros. 

Ahora toma un vaso de agua, para así bajar el sabor agridulce de todo esto que me ha tomado años entender y que a manera de cuento he tratado de relatarte, para que así encuentres tu senda, ese camino que en la próxima y última entrega recorreremos juntos, para así tomar el sendero al Nirvana, desviándonos de todo aquello que conocemos.

Abdiel Barranco C.


viernes, 22 de mayo de 2020

De AMOR, desapego y cuarentena – Parte I


Las neurociencias han traído a las redes sociales un sin número de explicaciones a fenómenos sociales, personales, emocionales, sentimentales, etc. llegando al punto de generar sorpresa, decepción o aceptación según sea el caso, por esto y luego de varios análisis y vivencias (No se aprende o interioriza, lo que no se vive) te invito a adentrarnos en este trinomio en donde este inexperto twittero, a personalidades como Walter Riso o profesionales de la psicología, han analizado esto desde su perspectiva, haciendo de este trinomio un menudo royo, con dudas razonables.

Empecemos por el amor:

Según la RAE, este se describe así: 

1. m. Sentimiento intenso del ser humano quepartiendo de su propia insuficiencianecesita y busca el encuentro y unión con otro ser.

3. m. Sentimiento de afectoinclinación y entrega a alguien o algo.

Para Walter Riso, el amor vendría siendo así:

El amor es, dice él, un problema de salud pública, porque muchos paradigmas y creencias están sustentados en él” (1*)

Como lo vez, en estas definiciones hay controversia, pero lo cierto es que sean estas opiniones colegiadas o personales, son solo eso…  La verdad de quienes a vox populi se atreven a opinar o definir algo tan personal y es justo en este punto, donde debemos hacer un alto, para así AUTO EVALUAR lo que para ti significa el amor…   ¿Te lo has cuestionado? ¿Cómo sientes tú el amor? ¿Crees que el amor puede tener límites?

Sí, algo tan sutil como el amor es indiscutiblemente un sentimiento que variará según las propias experiencias de vida, mismas que descubrimos desde la temprana edad, por Freud o G. Karl Jung, por medio del hoy poco usado complejo de Edipo o Electra, hasta el actual “Amor en desapego” del cual tanto habla Riso y muchos otros autores.

Por otra parte, el desapego:

Por definición desapego es: Falta de afición o interésalejamientodesvío. (2*) esta descripción a todas luces parece estar muy distante de cualquier tipo de amor, pero que dicen las lecturas al respecto: “Amar en desapego: Significa ser capaces de sortear las barreras de nuestra zona de confort para dejar de necesitar, de depender, de vivir con miedo a perder dimensiones a las que nos aferramos en exceso. Porque solo cuando seamos capaces de vencer al ego dejaremos por fin de sufrir.” (3*)

Es cierto, nuestros patrones amorosos distan mucho de esto que suena a purgante, que aparenta ser sano para el corazón y que tal vez el 99% de las personas aún desconocemos y obvio no entendemos, por ende, adentrarse en esto del amor en desapego, genera frustración, miedos y conflictos, por lo que las diferencias en conocimiento y aceptación del SER y el crecimiento personal son parte importante en esta manera de entender y gestionar el amor.

Para entender esto te propongo hagamos la siguiente analogía.   Imagina que estas en el camino de la vida, tu vida y conforme pasan los años y las experiencias, aprendes a manejar la velocidad e intensidad con la que vives, sientes y aprecias cada momento, esto depende solo de ti, pero en esa autopista hay otros vehículos que se hacen a la par para compartir contigo el camino.

Con ese otro vehículo = personas, aprendes de lo bueno, lo malo, lo feo y sobre de ti mismo, lo cual es parte del crecimiento personal, esto te puede generar muchas lágrimas o tomar su tiempo, mientras que las experiencias de la otra persona puede que hayan sido más profundas y evolucionadas o tal vez no; es aquí en donde los vehículos se irán separando de manera natural y esto no es ni malo, ni bueno, lo cierto es que aquello que compartiste en ese tramo del camino fue un importante aprendizaje, el cual puedes tomar de manera positiva o negativa = Crecer o Sufrir – Tú decides.

Con esto aclarado, hay que entender y aceptar que el tiempo, la velocidad y profundidad de cada uno, con relación al crecimiento personal, no depende de la otra persona, la religión, la academia, instituciones y mucho menos del Estado, depende única y exclusivamente de ti, es tu crecimiento, es tu vida, tu camino…

Pero la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida y es aquí en donde viene el tercer elemento.

Esta cuarentena.   

Hoy hemos comprobado y aceptado que nadie estaba preparado para esto, ya sea estando en pareja, separados o apenas conociéndose, lo que se vive en claustro nos lleva tarde o temprano hacia adentro (Al Ser) cayendo en un bache emocional/existencial con mayor o menor profundidad, dependiendo de las experiencias vividas en tu propia autopista.

Es aquí en donde la realidad nos pone de frente al miedo, el deseo, la añoranza, el sufrimiento, los anhelos, la rabia, etc. por lo que las emociones enfrentadas hacen de esto un coctel explosivo si no se manejan los temas del SER para aceptar que tu verdad, la cual es válida solo para ti, no tiene que ser la verdad de tu pareja, por esto es importante expresar lo que se siente y quiere, respetando y aceptando las opiniones de la pareja, entendiendo que por el tipo de experiencias o su falta, no entienda tu verdad, lo cual también es válido.  

Esto es un choque de ego con ego, cerramos llamadas, cortamos la comunicación, nos sentimos  y decepcionamos, pero justo en ese momento, es donde debe llegar la sinceridad con uno mismo y con el otro, para que así la comunicación fluya desde el amor y sin juzgar, entrando en un nuevo proceso de crecimiento en donde ambos suman energías positivas, para que así la solución de esa diferencia conecte o definitivamente les separe sin penas, ni dolor para ninguno.

“La cuarentena obliga a quienes conviven a conocerse de otro modo.  El salir como forma de evasión del otro o como una distancia ya no es una posibilidad. Y para aquellas parejas que no conviven quizá no sea la mejor opción hacerlo ahora, ya que estarían tomando una decisión, no por un proceso de maduración de la pareja sino forzados por circunstancias externas, aseguró a Infobae la psicoanalista Fiorella Litvinoff.”

Como ves, esto nos ha afectados a todos por igual, ahora el mundo se ha convertido en un laboratorio psicosocial, en donde los sentimientos, emociones y reacciones son parte del consciente e inconsciente colectivo, por lo que de esta situación es ideal salir, al menos, con algún buen cuento, una super experiencia vivida y ojalá con el corazón más fuerte y sabio que nunca.

Esta oportunidad global es el espejo que nos ha reflejado muchas cosas que, por miedo, evitábamos ver, sentir o hacer, por lo que, desde lo micro a lo macro de las sociedades, el anhelo de regresar a la “Normalidad” no es mas que el reflejo de la asfixia que sentimos al estar encerrados con el otro o con uno mismo, lo cual nos está gritando – CONÓCETE A TI MISMO.

Obviamente la tarea que esta situación nos a puesto, requiere tiempo, ya que hay mucho que sentir y analizar, por lo que en el próximo capitulo adentraremos en EL POR QUÉ de la vida, tu vida.

 

Saludos y nos leemos en la próxima.

Abdiel  Barranco C.

 

(1*) https://www.elcolombiano.com/historico/el_amor_que_explica_walter_riso-JYec_261967

(2*)   https://dle.rae.es/desapego?m=30_2 

(3*) https://lamenteesmaravillosa.com/las-4-leyes-del-desapego-para-la-liberacion-emocional/


¿Por qué Barranco Pty?

Solemos etiquetar todo, blanco, negro, día, noche, sexo, desamor…   Pero lo que somos, arranca por un nombre, por eso no hay mejor manera de identificarme que con mi apellido y país de origen.

Mis historias están basadas en análisis, vivencias y aprendizajes, mismos que te pueden resonar al oído como algo importante o tal vez como una historia increíble, ya sea que hable de mi vida personal, el futuro, el amor, aventuras, creatividad o inclusive de como reparé algo.

En fin, si te cruzaste en el camino con mis letras, fue por que la causalidad te trajo hasta aquí para aprender o enseñarme algo.

Bienvenidos a la aventura de mis pensamientos.

Abdiel Barranco C.