martes, 3 de noviembre de 2020

DEL OTRO LADO DEL PUENTE


 Iván: A finales de octubre hay un camping ¿te sumas?

Yo: ¿A dónde será en esta ocasión?

Iván: Río Frijoles…

Yo: ¿Dónde carajos queda eso?

 

Así empezó la acampada mas esperada de MI VIDA, luego de casi 2 años de no ir al monte con amigos de la montaña, una separación, pandemia y una leve lesión en el hombro derecho y sobre todo, el hecho de renacer por tercera vez…   Así de esperado era este camping en donde aprendí, reconocí y volví al ruedo de la aventura.

Tal vez para ti dormir fuera de casa implique ciertas comodidades o tal vez si no es un hotel, no hay quien te saque de la ciudad, bueno eso esta bien, así como también esta bien que un sábado te levantes a las 5 a.m. y te montes en tu bicicleta a pedalear como un desquiciado para llegar a un punto y luego regresar por la misma carretera…   También esta bien; pues a mi el cargar unas 40 lbs de peso, caminar entre charcos de lodo y pasar “Incomodidades” es sinónimo de recargar pilas.

 

CHAO PESCAO…

Así decía mi post en Instagram para iniciar mi #detoxdigital el sábado a las 8:00 a.m. - Tenía una leve idea del camino, de lo que me esperaba (Bosque tropical húmedo lluvioso) y del pronóstico del clima gracias al amigo George, quien desde el jueves soltó en el grupo de Whatsapp “Actividad asociada a tormenta tropical”; la verdad no preste atención al mensaje de George, ya que desde el miércoles empecé a empacar mis bártulos, que guardados hacia mucho tiempo en una caja me pedían a gritos ser usados.

“Buenas, alguien sabe de Bob” escribí en el grupo, tomando en cuenta que la partida era a las 7:30 a.m. y Bob no se reportaba, por lo que aproveche la oportunidad para hacer un último ajuste a la mochila, para luego dirigirme al punto de encuentro…   Al llegar al punto, Bob me escribe ¿Tu dónde estás, estamos en Arckalab?    Ennnnn fin, este era el presagio de que sería un fin de semana interesante, así que apague el cel y nos juimosssss.

Al llegar al lugar donde dejaríamos el vehículo, SORPRESA…   Me encuentro a Rass, un amigo que tenia mas de 5 años que no veía y que emoción, pero las ganas de monte eran tantas, que nos preparamos y a caminar.

 

ESA BANQUITA ME LLAMA

Luego de un periodo de inactividad casi total, mantener el ritmo de marcha con una temperatura del al menos 30° C, con humedad del un 90% y lodo por doquier, créeme no es nada fácil, por lo que en una hora me baje un litro de agua, pero llegamos a destino en 1 hora y 30 min., unas 5 paradas, un par de resbalones y con leves notas “Hombre de la selva”.      Al cruzar el puente, Cesar un nuevo amigo peruano me indica por donde debía bajar y por fin llegamos al área de campamento…   Ya estaban ahí Mini y el marciano.

“Estos árboles tienen la distancia perfecta” pensé al dar una mirada al área de camping.   Instale mi hamaca en la curva de un remanso del río Frijoles, por lo que el sonido del agua correr era constante y relajante…    Ahhhhh, esto es vida me dije a mi mismo, levanté la mirada y el cielo que apenas se veía entre el dosel de los árboles me decía “George se equivocó, el cielo esta celestito” por ende equipe la sala, el dormitorio y deje colgada la cocina en su bolsa.

De repente empezó a hacer calor, por lo que agarré mi hamaca de monte y caminando río arriba, la colgué debajo del puente; la lectura seleccionada no fue la apropiada, por lo que poco a poco me fui durmiendo, hasta que me rendí.   No se cuanto tiempo paso, pero la hamaca fue cediendo y cuando el agua fría me mojo el culo me desperté de un brinco.

 

“NO, GEORGE NO SE EQUIVOCO”

Luego de compartir con los compañeros unos bocadillos y una amena conversación sobre lo que íbamos a hablar en la noche Sr. le vendo el guanaco…” leves gotas de lluvia empezaron a caer, por lo que al mirar al cielo dije “coño ahora parece que si va a llover” por lo que cual micho citadino me fui a refugiar en la sala de mi residencia de selva y dije, aquí estoy relax…   Volví a acostarme en la hamaca para así ver la lluvia caer, cuando en eso me cae una gota en la nariz…   Luego otra en la pierna, el codo, la panza…   Coñoooo, llueve mas adentro que afuera (ATENCIÓN: Luego de años de no usar tu equipo, vuelve a impermeabilizar TODO).

No hizo mas que acampar y reacomode mi alcoba poniéndole doble techo…  Ya que en el monte pasar una noche húmedo o mojado, eso si que es una cagada.

Y bueno, callo la noche, por lo que probamos el bistec picado de George, una pasta que hice yo, sendas copas de vino y vimos a Yoselin sacar su PHD en artes del maquillaje halloweenezco de montaña, teniendo como victimas…   Perdón, de modelos a Mini, Cesar y bueno, Bob, George y yo pasamos agachados.

En eso miro hacía arriba y entre los árboles venia saliendo, toda ella de plateado y misterio, la SRA LUNA de octubre…   Sencillamente hermosa, con su collar de hojas, ramas y alguna nube, por lo que era momento de sacar mi Cohíba y su fiel compañero el Abuelo.     La verdad, puede que a ti no te guste el olor al habano o tal vez el sabor del ron, pero ese maridaje es la gloria en panty de encaje.

 

Y OTRA VEZ VINO LA LLUVIA.

La noche se pintaba divertida, cuando inicio el segundo acto, en esta ocasión mas prolongado e intenso, pero ya yo estaba ready para lo que viniera, así que me refugié en mi alcoba, metí mi botella de agua; no mentira primero hice pipi ante de entrar a la hamaca, ya que bajarse de una Hennessi con ganas de mear, al apuro, de noche y con buco lodo en el piso, no jodaaaaa eso si que es arrecho.  En fin, yo ya no iba a salir, por lo que medite, me relaje y entre un “Tengo que entrar a trabajar a las 8:00 a.m.”  y el arrullador ruido blanco del río me dormí…   Luego de muchas malas noches en hamaca por frio o por calor, reconozco que esa noche dormí mejor que en mi cama…   Eso es PAZ.

En ocasiones las noches se hacen eternas e incomodas, pero dormir en el monte es a su vez placentero…    Es como una mezcla entre martirio y placer, que solo los que disfrutamos del monte podemos entender, aunque tal vez debe ser la misma sensación de un ciclista, luego de comerse el sillín por 80 o 100 km y llegar a la meta, no se me imagino.

 

“HP 1 ESTOY VIVO… ME ESCUCHAN”

Cada uno tiene sus pasiones y carga con sus gustos para donde vaya; la verdad esto es de admirar de aquellos que sin importar el que dirán, viven con valentía su vida a su manera; este para mi fue el gran mensaje de esta aventura de fin de semana, la cual termino con un rico, nutritivo y reconfortante desayuno de jamonilla, huevo y café negro sin borla; así fue como el hechizo de la luna se fue desvaneciendo, por lo que le digo a George “viene la parte más triste del camping, desarmar para irnos” y la verdad es así.   El pasar tal vez 24 horas alejados de cualquier ruido que no sean las voces de los amigos o el bello trinar de las aves en la madrugada, es hermoso, así como ver entre la hojarasca los primeros rayos de sol, sentir el olor al café, en fin todo lo que se vive del otro lado del puente.

 

Gracias Bob, Cesar, Mini, Yoselin y George por regalarme un super fin de semana.

 

Los amo.

 

Abdiel Barranco C.

PD. Si quieres ver las fotos, tendrás que ir a mi pagina de FB.


3 comentarios:

  1. Es maravilloso retomar los placeres que son parte de nuestra identidad. Desde que te conozco “ir al monte” ha sido lo tuyo. Estoy feliz por ti.

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  2. Me alegra lo hayas disfrutado a plenitud!

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  3. Finalmente. Qué bueno. Casi podía sentir la humedad..

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