A nivel global, el tema ambiental, progresivamente ha ido tomando, con el apoyo de las nuevas generaciones, un protagonismo social, político y mediático que es innegable, siempre acompañado de la bandera verde, consignas casi similares en todo el mundo y porque no, la también innegable incongruencia de querer reducir y/o detener el progreso, del cual todos dependemos y/o utilizamos, ya sea con nuevas tecnologías, fuentes de energías limpias o materiales más resistentes. Todo esto, siguiendo los pasos de la "Guía para la RESISTENCIA" escrita por el cubano, residente en ecuador Carlos Zorilla.
Para entender esto último, hay que aceptar que TODO
sobre la tierra tiene un impacto y para que el planeta siga siendo verde y puro
(Consigna ambientalista), los primeros que deberíamos reducir nuestro
impacto, somos los humanos, tal cual como se demostró en 2020, cuando nos
obligaron a quedarnos en casa, por lo que la naturaleza, no tuvo límites, para
demostrar su verdadero poder de resiliencia.
Aquí es donde entramos los humanos a la ecuación, ya que nuestra imperante necesidad de tener/consumir/lucir, nos lleva a producir, para sostener la economía, allá donde cada uno este; por lo que aquí existen dos tipos de ciudadanos.
A- Aquellos que VIVEN en la naturaleza, en una verdadera simbiosis con el ambiente.
B- Todos los demás que vivimos en sociedades “diseñadas” y gobernadas.
Dos bellos ejemplos de aquellos que VIVEN en simbiosis
con la Madre naturaleza, serían la tribu Yanomami de la región Amazónica o la
tribu seminómada de los Turkanas en el valle superior del río Nilo. Ellos, en
la selva o el desierto, respectivamente, se han adaptado a proveerse lo que
realmente necesitan, sin afectar su entorno, al ir migrando de una región a
otra, una vez explotados los recursos de esas áreas.
Pero ¿Los ambientalistas que viven en poblados,
ciudades o grandes Capitales, están defendiendo la naturaleza o las comodidades citadinas a las cuales nos hemos acostumbrado?
Esta es una pregunta que todos nos debemos hacer, ya
que, bajo la consigna del calentamiento global, ahora renombrado cambio
climático, parece que nos olvidamos que TODO lo que hagamos o dejemos de
hacer, tiene un impacto y aquí, es donde la responsabilidad, que debería ser
tema de todos, los llamados Activistas ambientales, se abrogan el derecho o la
exclusividad, de “defender”, lo que, según ellos, es la verdadera causa del
Planeta.
En ese aspecto, la reconocida organización Green
Peace, gestiona su actuar, en ingresos y donaciones de más de 145,000 personas
y como lo declaran en su informe 2022, sus ingresos netos, fueron de $18,875.454.00
incluyendo: Cuotas de socios, donaciones, testamentos solidarios,
merchandising, ingresos financieros y otros; reportando, fuera de
gastos/inversión, ganancias netas de casi $900,000.00 que reutilizan en sus
causas anuales.
Lo interesante de esto, es que en su pagina web
declaran: “En Greenpeace somos 100% independientes. Para mantener nuestra libertad y ejercer nuestro
rol de contrapoder; no pedimos, ni aceptamos subvenciones de gobiernos o
empresas”.
TODO esto en el plano internacional, pero volviendo al
patio panameño, luego de todo lo acontecido en Octubre y Noviembre de 2023 y
tomando en cuenta que el revuelo social, político y mediático fue directamente
influenciado por activistas "ambientales", sindicatos y/o grupos que surgieron
espontáneamente, me surgió una pregunta.
¿Qué tan objetivos e conocedores de tema ambiental, son estos grupos de activistas o los mismos personajes? Sí, esos mismos que gritaban que el oro de Panamá es verde.
Al pasar por la escuela de Comunicación Social de la
Universidad de Panamá, algo que me quedo claro, es CUESTIONAR todo
aquello que se me presenta, ya que una cosa es lo que se dice en los corrillos
(Hoy traspolado a las RR.SS.) y otra muy distinta es la realidad.
Por lo que, revisando las redes, hasta mediados del
2023, encontré algunas páginas de Instagram, que me condujeron, en parte, a la
información que el público, en buena parte joven, empezó a consumir y compartir,
tomando en cuenta que lo que publicaron, hacía eco en la emocionalidad de
muchos, que sin investigar o cuestionar, daban por cierto la información que
estas paginas e "influencers" reprodujeron y que aún reproducen sesgadamente, como verdades absolutas.
Acto seguido empecé a ver el contenido de estas
cuentas, viendo coincidencias en logos, imágenes y apoyo a causas, que en
principio parecen de izquierda, así que, siguiendo el rastro, di con dos
fundaciones internacionales, que apoyan a estas cuentas locales… Para mi sorpresa, una es conservationalliens.org
y la otra es scientistrebellion.org CURIOSAMENTE en ambas Ong´s, se
encuentra el botón de DONAR, pero no se aprecia, como en la página de Green
Peace, ningún informe de la procedencia de sus fondos/gastos, etc.
Entonces, si nuestros activistas pro-ambiente
reciben fondos internacionales, por qué no apoyan causas que realmente nos
afectan ambientalmente a TODOS, como lo pueden ser la tala sostenida en Darién,
la contaminación de muchos ríos a nivel nacional, la polución del aire por los
incendios en vertederos en todo el país, los bosques o manglares convertidos en
potreros o condominios, etc. ¿O es que solo defienden los intereses de quienes
les financian?
No lo sé, pero a mí, que desde los 8 años he caminado
y dormido en las montañas de Panamá, no me hace sentido “defender” el ambiente,
solo si hay dinero de por medio.
Abdiel Barranco C.
Ciudadano Panameño.
PRONOSTICO
que la próxima causa financiada, será los necesarios embalses de Río Indio o simplemente, nos podemos ir despidiendo de la competitividad del Canal de TODOS.








