Los meses han pasado, se disipo el conteo de los días al punto que el calendario casi que no tiene sentido; hemos perdido y ganado desde el amor propio a familiares, negocios y en ocasiones hasta la esperanza; tocamos pailas en protesta o escuchamos a lo lejos el cantar a los vecinos; por primera vez sentimos la ciudad en pleno silencio a medio día; aves extrañas aparecieron por la ventana o conocimos al vecino que entre rejas te dijo buenos días.
Nos adaptamos al
estilo oriental, no por la polución, mas bien por la involución; sumamos más
miedos, dividiendo los abrazos y multiplicando las necesidades emocionales;
ahora quererse es de lejitos, así como el ahora RARO apretón de manos o el terror
al abrazo; estornudar en publico te ubica en la sección de plaga toxica,
tropezar sin querer es una directa invasión a mi espacio personal y así nos
comió el MIEDO, soplando velas por Zoom.
NO JODA, este no
es el mundo que quiero para mi o mi hija; mis padres no me trajeron a esta nave
para vivir preocupado de poner alcohol en las manos o si se me quedo la
mascarilla en casa, tampoco para tener que defender MI DERECHO A NO ser
vacunado como parte de un rebaño al que no pertenezco, a ver mi negocio irse a
la porra por no adaptarme a lo digital, o por ser muy complicado para mi crear un
mensaje tonto para así esperar un corazoncito y que tal vez, solo tal vez que este
se transforme en $$ si el algoritmo lo permite.
Pero afortunadamente
hay de todo como en pandemia, máscaras con foquitos, pantallas para tapar el
susto, divisiones de acrílico para romper el contacto humano, quejas, criticas
o “verdades” que son desmentidas o mentiras que son ciertas, bonos,
solidaridad, negocio, marketing o será manipulación, control de masas, siendo
el gran desaparecido o mejor dicho el eliminado del mapa… El sentido común.
No hace falta un
titulo universitario, es mas ni un bachillerato para saber que el miedo mata,
hasta los “incultos” del campo lo saben, ellos que de a leche tiene agua en sus casas no viven preocupados de nuestros miedos “Si me pica el bicho, ni modo” igual tengo que poner los
porotos en la olla, pero eso sí, a ellos no les falta una sonrisa y sobre todo
el agradecimiento al dar o recibir aunque sea unas 5 libritas de arroz.
No he caminado como
político, pero he visto ranchos con las pailas volteadas, niños con mocos
pegados, mujeres y hombres con ropas viejas, jóvenes descalzos, pero en la más paupérrima
humildad, aunque se un platanito te hacen llevar… No, ellos no son mejores o peores que nadie,
pero en esta ocasión se hizo muy visible el dicho que dice “Todos estamos en
la misma tormenta, pero no en el mismo barco”.
Y si, aun no se
sabe cuantos barcos quedarán vacíos, ya que habrán marineros que saltarán a la
mar de la vida, algunos solos, otros con la familia completa, ya que sin velas
que arrear o viento que las sople, habrán mas barcos encallados, otros haciendo
aguas, tratando de quedar a flote con esta primera oleada, viendo a lo lejos
que se aproxima otra gran ola y con el capitán de la flota sin un norte o plan
definido, ya te puedes imaginar. Así que sálvese quien pueda.
JODER, debo
aceptar que aunque ya liberaron al rebaño, no me entusiasma ir a la playa,
salgo de casa solo para lo necesario; es más, mi hija casi no tiene amigos y
sin estar muy lejos, los míos los cuento con los dedos de una mano, pero sorpresa,
SORPRESA, he recibido amor de quien menos lo esperaba, eso me hizo latir el
corazón y gratitud con Dios, gracias a todos por estas ahí, ya que hubo quien
me pago la luz u ofrecieron cubrir el super mercado… Eso me saco lágrimas.
En fin, mas que
quejarnos o estar triste, aun cuando no sepamos que nos depara el futuro, aquí estoy
para saber que carajo nos trae el año que esta por llegar, el ver como nos seguiremos
adaptando o reconstruyendo, ya que mas que una pandemia, este 2020 nos ha
venido a enseñar tantas cosas maravillosas; la verdad que gran bendición el DETENERNOS
y aprender de los errores cometidos, de las cagadas y embarradas, de aquel voto
mal invertido, de creer para luego decepcionarnos, en fin, solo quiero que te
des cuenta de que estamos AQUÍ y ahora.
Recuerda, no hay PLAN
B mejor que dejar los miedos, dar siempre lo mejor de cada uno de nosotros
y sostener la mano de quien por momentos se siente mal y triste… Llora si tienes que llorar, recuerda ser
VALIENTE no es hacerse el duro, es despertar con la mente en blanco y aun así
levantarse para producir amor, paz y felicidad, empezando por uno mismo, sin
importar lo que digan los demás.
Tal vez en unos
meses… ¡¡¡AGUANTAAAA!!! enfócate
en hoy, cuando llegue ese hoy veras que todo se resolverá, por ende, ten
siempre presente que Roma no se hizo en un día, ni se destruyo en un año. Tu eres la suma de todas tus experiencias, miedos, alegrías y
cada una de ellas te ha servido de algo para llegar a donde estas; NO estas
arriba ni abajo, solo estas donde debes estar, por si acaso no te has dado
cuenta.
TE AMO.
Abdiel
Barranco C.
PD. Cada párrafo es el
resumen de muchas conversaciones, tal vez tu estas ahí, por lo que gracias de
ser parte de mi historia.







