“Se necesitan dos para bailar un tango” esta
famosa frase enmarca perfectamente bien la base de una relación y todo lo que
esta conlleva, tanto en el éxito, como en al momento de fallar; por lo que
tomando en cuenta que “Todo tiene su final” como bien lo cantaba Héctor
Lavoe, lo importante no es de quien fue el mal paso, sino lo que cada una de
las partes involucradas haga con su humanidad, para así seguir disfrutando en
el baile de la vida.
Ya sea que te hayas casado o no, de seguro alguna amistad,
pariente o famoso conoces que haya dado el paso sin vuelta atrás al divorcio. Temido
por muchos o la salvación de otros, el divorcio hasta se puede convertir en el
pasaje a la trascendencia impuesta, tanto física, financiera, patrimonial, social
o hasta familiar, por lo que escudriñar en este interesante universo, trae sus
grandes lecciones y porque no, muchas sorpresas.
EL ORIGEN
La palabra matrimonio vienen del latín “Matrimonium”, la
cual deriva de MATREM (Madre) y monium (Calidad de)… Esta palabra hoy en día significa la unión
legitima y JURÍDICA de una pareja, aderezada con “el derecho matrimonial
cristiano fue más bien una serie de adaptaciones al entorno local, que una fórmula
determinada transmitida por una clase clerical dirigente” (Orígenes del
matrimonio y la familia moderna).
Recordemos que históricamente los matrimonios se dividían en dos clases:
Los endogámicos (En donde la unión se
realizaba entre el grupo de parientes) y los exogámicos (Aquellos realizados entre
grupos o tribus diferentes) Todo esto con el fin de mantener las propiedades
(Dotes) dentro del clan familiar.
Así pues, en esta unión lo que valía era el tema económico y
patrimonial, dejando de lado temas tan banales como el amor, el sexo o las
emociones, así que resuelvan ustedes en la intimidad
del hogar como puedan… Gracias y que les vaya bien.
EL BAILECITO DE MODA
Estamos tan acostumbrados a seguir patrones impuestos, que
llegado cierto tiempo viene la pregunta incomoda “Entonces, cuando nos
casamos, ya que no estoy en edad de perder el tiempo” de salida, es
aquí en donde se empieza a cuajar la crónica de la mala pareja, ya que por
miedo, en muchas ocasiones el hombre responde por “no herir sentimientos”
sin siquiera entender cual es la diferencia entre el CREER y el SENTIR de su
pareja, mientras que ellas, desconocen por completo, los miedos y reacciones de
su futuro esposo.
Si, aquí el amor inmaduro e inexperto juega un papel
IMPORTANTE a futuro, ya que como veremos mas adelante, en estos casos “El
desconocimiento de la ley, no exime de pena” y hasta este momento, en estas
patronales solo hay dos pipiolos inocentes que se prometen “Amor eterno e
inolvidable”, con sus respectivas comparsas o equipos de apoyo (Cásate
antes que te deje el tren, mi Pana tu estas seguro, Tú casarte, si eres más
mujeriego, Mija y como es aquello, etc.), dentro de las cuales participan
alegremente amistades, familiares y hasta el párroco de la iglesia o el pastor;
y así de la nada, escuchamos canticos y las campanas de la iglesia resuenan al
rebote del arroz en el suelo, el ramo de rosas vuela por los aires y luego de
la fiesta, bailar y reír, llega la cuenta a pagar… Y no me refiero a la del hotel.
DE MONOTONIA Y PISOTONES AL BAILAR
Para aquellos que ya pasamos por ahí, con o sin divorcio, sabrán
que el amor es un sentimiento que hay que cuidar a diario, el cual se ve MUY
afectado por la indiferencia y que este no se multiplica con el TENER y TENER,
así como se pone a prueba en la carencia y en la enfermedad, mientras que la
rutina o la escases sexual va cavando una trinchera infranqueable, mientras que
la falta de verdadera y honesta comunicación levanta muros tan altos, que solo
se sostienen por la fuerza de la costumbre, aun cuando haya malos tratos,
gritos o silencios interminables, así como promesas rotas y sin cumplir.
Aquí el socorrido dicho “Nadie dijo que el matrimonio
era color de rosas” requiere una explicación, ya que no hay
sacerdote, amistades, libros, encuentro matrimonial o “enseñanzas” previas, que
te enseñe mas sobre ti, que tu mismo y para esto, no hay nada mejor que tocar
fondo, entender los profundos temas de la vida, aceptarse tal cual como se es y
aprender a fluir en nuestra propia verdad, antes de compartirnos con otro Ser y
para esto, el matrimonio es la escuela perfecta, para conocer lo bueno, lo malo
y lo feo, si así se puede etiquetar, de otro Ser y sus reacciones al entorno y
situaciones.
LUEGO DE LA RUPTURA
Para hombres y mujeres, hay reacciones muy marcadas y
distintas, directamente proporcionales a la inmadurez y falta de sanación de
las heridas del divorcio y TODAS las demás que, previas, venían con cada ser
(Abusos de la infancia, ausencia paterna, exigencias y perfeccionismo, falta de
afecto, poco o nulo sentido de pertenencia, etc.) es así como el hombre en su inmadurez
sexual, cae rápidamente en las relaciones rebote, mientras que la mujer entra
en su periodo de luto, casi de incubación, luego de que el sueño de un matrimonio
perfecto se parta en mil pedazos.
Increíblemente, el “dolor” del ofendido (A quien se le pidió
el divorcio, sea el o ella) le lleva a pasar de “Es que yo te amo”
rápidamente al “Te odio y no te firmare nada” sin saber el daño
que ambos se hacen al mantener posturas antagonistas, en donde el único objetivo
es JODER (Reacción del ego, ya que a mi NADIE ME HACE ESTO) fijando todos sus
pensamientos en el pasado, restregándose en la mente TODO EL DAÑO QUE ME HIZO,
sin aceptar que desde un inicio el comentario de “Y cuando nos casamos”
puso el primer clavo, en el ataúd de esa relación = ¿Dónde
esta el AMOR en la imposición?
Claro esta que ni uno, ni otro ACEPTARA que desde ambas
partes se descuidó, impuso, minimizo, faltó el respeto, rompió la comunicación,
no hubo aceptación (Es que tu no cocinas como mi mamá), tampoco admiración y
mucho menos deseo (Amor desde hace un mes me duele la cabeza) lo que
inevitablemente coarta toda habilidad de negociación, prefiriendo dar por
terminado un doloroso capitulo, de un baile que no es para uno, si lo tomamos desde la victimización y no, desde el RESPONSABLE APRENDIZAJE.
LO QUE NO QUEREMOS SENTIR Y VER.
Como lo mencione desde un inicio “Para bailar un tango
se necesitan dos” pero antes de llegar a la pista de baile, PRIMERO hay
que aceptar si sabemos bailar solos, si escuchamos la música del alma, si es
ropa o disfraz lo que nos ponemos, si ya tenemos zapatos o andamos descalzos con
nuestro pasado o mas importante aún, si estamos cerca o MUY lejos del salón de
baile que es la paz interior. En este
aspecto, la realidad es que, en el camino de la vida, esto no se logra sin
tirarse al agua o tan solo por leer “Un curso de milagros” ya que es la
EXPERIMENTACIÓN y la sanación de todo ese pasado, lo que nos permitirá entender
quienes somos, para así cultivarnos y crecer con ese otro Ser que ya sabe quién
es.
Por eso, hay que abrir el corazón, aceptar que, en muchas
cosas de la vida, por jóvenes o viejos que seamos, desconocemos tanto, que lo
mas sabio es cuestionarnos al respecto de nuestros miedos, creencias, el
pasado, nuestros dolores y sobre todo, de nuestro SER, para que así seamos
excelentes bailarines, en esta fiesta interminable llamada vida.
Te amo, SER humano maravilloso.
Abdiel Barranco C.
PD. Estés solo o acompañado en este baile, DISFRUTALO
CARAJOOOO…
Agosto 22

Muy buen artículo, narrado poéticamente sin caer en romanticismo.
ResponderEliminarBuenísimo 👏
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