domingo, 22 de agosto de 2021

EL BAILE DE LA VIDA


 

“Se necesitan dos para bailar un tango” esta famosa frase enmarca perfectamente bien la base de una relación y todo lo que esta conlleva, tanto en el éxito, como en al momento de fallar; por lo que tomando en cuenta que “Todo tiene su final” como bien lo cantaba Héctor Lavoe, lo importante no es de quien fue el mal paso, sino lo que cada una de las partes involucradas haga con su humanidad, para así seguir disfrutando en el baile de la vida.

Ya sea que te hayas casado o no, de seguro alguna amistad, pariente o famoso conoces que haya dado el paso sin vuelta atrás al divorcio.   Temido por muchos o la salvación de otros, el divorcio hasta se puede convertir en el pasaje a la trascendencia impuesta, tanto física, financiera, patrimonial, social o hasta familiar, por lo que escudriñar en este interesante universo, trae sus grandes lecciones y porque no, muchas sorpresas.

 

EL ORIGEN

La palabra matrimonio vienen del latín “Matrimonium”, la cual deriva de MATREM (Madre) y monium (Calidad de)…   Esta palabra hoy en día significa la unión legitima y JURÍDICA de una pareja, aderezada con “el derecho matrimonial cristiano fue más bien una serie de adaptaciones al entorno local, que una fórmula determinada transmitida por una clase clerical dirigente” (Orígenes del matrimonio y la familia moderna).  Recordemos que históricamente los matrimonios se dividían en dos clases:  Los endogámicos (En donde la unión se realizaba entre el grupo de parientes) y los exogámicos (Aquellos realizados entre grupos o tribus diferentes) Todo esto con el fin de mantener las propiedades (Dotes) dentro del clan familiar.

Así pues, en esta unión lo que valía era el tema económico y patrimonial, dejando de lado temas tan banales como el amor, el sexo o las emociones, así que resuelvan ustedes en la intimidad del hogar como puedan…  Gracias y que les vaya bien.

 

EL BAILECITO DE MODA

Estamos tan acostumbrados a seguir patrones impuestos, que llegado cierto tiempo viene la pregunta incomoda “Entonces, cuando nos casamos, ya que no estoy en edad de perder el tiempo” de salida, es aquí en donde se empieza a cuajar la crónica de la mala pareja, ya que por miedo, en muchas ocasiones el hombre responde por “no herir sentimientos” sin siquiera entender cual es la diferencia entre el CREER y el SENTIR de su pareja, mientras que ellas, desconocen por completo, los miedos y reacciones de su futuro esposo.

Si, aquí el amor inmaduro e inexperto juega un papel IMPORTANTE a futuro, ya que como veremos mas adelante, en estos casos “El desconocimiento de la ley, no exime de pena” y hasta este momento, en estas patronales solo hay dos pipiolos inocentes que se prometen “Amor eterno e inolvidable”, con sus respectivas comparsas o equipos de apoyo (Cásate antes que te deje el tren, mi Pana tu estas seguro, Tú casarte, si eres más mujeriego, Mija y como es aquello, etc.), dentro de las cuales participan alegremente amistades, familiares y hasta el párroco de la iglesia o el pastor; y así de la nada, escuchamos canticos y las campanas de la iglesia resuenan al rebote del arroz en el suelo, el ramo de rosas vuela por los aires y luego de la fiesta, bailar y reír, llega la cuenta a pagar…   Y no me refiero a la del hotel.

 

DE MONOTONIA Y PISOTONES AL BAILAR

Para aquellos que ya pasamos por ahí, con o sin divorcio, sabrán que el amor es un sentimiento que hay que cuidar a diario, el cual se ve MUY afectado por la indiferencia y que este no se multiplica con el TENER y TENER, así como se pone a prueba en la carencia y en la enfermedad, mientras que la rutina o la escases sexual va cavando una trinchera infranqueable, mientras que la falta de verdadera y honesta comunicación levanta muros tan altos, que solo se sostienen por la fuerza de la costumbre, aun cuando haya malos tratos, gritos o silencios interminables, así como promesas rotas y sin cumplir.

Aquí el socorrido dicho “Nadie dijo que el matrimonio era color de rosas” requiere una explicación, ya que no hay sacerdote, amistades, libros, encuentro matrimonial o “enseñanzas” previas, que te enseñe mas sobre ti, que tu mismo y para esto, no hay nada mejor que tocar fondo, entender los profundos temas de la vida, aceptarse tal cual como se es y aprender a fluir en nuestra propia verdad, antes de compartirnos con otro Ser y para esto, el matrimonio es la escuela perfecta, para conocer lo bueno, lo malo y lo feo, si así se puede etiquetar, de otro Ser y sus reacciones al entorno y situaciones.

 

LUEGO DE LA RUPTURA

Para hombres y mujeres, hay reacciones muy marcadas y distintas, directamente proporcionales a la inmadurez y falta de sanación de las heridas del divorcio y TODAS las demás que, previas, venían con cada ser (Abusos de la infancia, ausencia paterna, exigencias y perfeccionismo, falta de afecto, poco o nulo sentido de pertenencia, etc.) es así como el hombre en su inmadurez sexual, cae rápidamente en las relaciones rebote, mientras que la mujer entra en su periodo de luto, casi de incubación, luego de que el sueño de un matrimonio perfecto se parta en mil pedazos.

Increíblemente, el “dolor” del ofendido (A quien se le pidió el divorcio, sea el o ella) le lleva a pasar de “Es que yo te amo” rápidamente al “Te odio y no te firmare nada” sin saber el daño que ambos se hacen al mantener posturas antagonistas, en donde el único objetivo es JODER (Reacción del ego, ya que a mi NADIE ME HACE ESTO) fijando todos sus pensamientos en el pasado, restregándose en la mente TODO EL DAÑO QUE ME HIZO, sin aceptar que desde un inicio el comentario de “Y cuando nos casamos” puso el primer clavo, en el ataúd de esa relación = ¿Dónde esta el AMOR en la imposición?

Claro esta que ni uno, ni otro ACEPTARA que desde ambas partes se descuidó, impuso, minimizo, faltó el respeto, rompió la comunicación, no hubo aceptación (Es que tu no cocinas como mi mamá), tampoco admiración y mucho menos deseo (Amor desde hace un mes me duele la cabeza) lo que inevitablemente coarta toda habilidad de negociación, prefiriendo dar por terminado un doloroso capitulo, de un baile que no es para uno, si lo tomamos desde la victimización y no, desde el RESPONSABLE APRENDIZAJE.

 

LO QUE NO QUEREMOS SENTIR Y VER.

Como lo mencione desde un inicio “Para bailar un tango se necesitan dos” pero antes de llegar a la pista de baile, PRIMERO hay que aceptar si sabemos bailar solos, si escuchamos la música del alma, si es ropa o disfraz lo que nos ponemos, si ya tenemos zapatos o andamos descalzos con nuestro pasado o mas importante aún, si estamos cerca o MUY lejos del salón de baile que es la paz interior.    En este aspecto, la realidad es que, en el camino de la vida, esto no se logra sin tirarse al agua o tan solo por leer “Un curso de milagros” ya que es la EXPERIMENTACIÓN y la sanación de todo ese pasado, lo que nos permitirá entender quienes somos, para así cultivarnos y crecer con ese otro Ser que ya sabe quién es.

Por eso, hay que abrir el corazón, aceptar que, en muchas cosas de la vida, por jóvenes o viejos que seamos, desconocemos tanto, que lo mas sabio es cuestionarnos al respecto de nuestros miedos, creencias, el pasado, nuestros dolores y sobre todo, de nuestro SER, para que así seamos excelentes bailarines, en esta fiesta interminable llamada vida.

 

Te amo, SER humano maravilloso.

 

Abdiel Barranco C.

PD. Estés solo o acompañado en este baile, DISFRUTALO CARAJOOOO…   


Agosto 22

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