Como padres, tenemos la RESPONSABILIDAD de estar al tanto de las influencias a las que nuestros hijos están expuestos, con o sin nuestro conocimiento. No hablo de la música que escuchan, sus artistas favoritos o el bombardeo mediático multicolor; NO, hoy me refiero a la pornografía, que, por generaciones ha sido el único vinculo con la “sexualidad” que chicos y chicas han tenido, tomando en cuenta la poca o nula información que sus padres tienen o les brindan.
Como entenderás, en este artículo no trato de culpar a nadie, mas bien esto es un llamado de ATENCIÓN para que seas curioso de lo que tus
hijos, sobrinos, nietos o vecinos están viendo o haciendo; las consecuencias
que esto traerá para ellos y lo que puedes hacer para gestionar este tema, el
cual no es delicado, es solo un tema mas, para el cual NOSOTROS como padres,
debemos estar prepararnos.
ANTECEDENTES
Yo tuve
acceso a la pornografía, gracias a un compañero que en el colegio llevo una
revista que encontró en su casa; recuerdo que el miedo que nos consumía hizo
que en el recreo nos apartáramos del grupo y nos fuéramos a ver la revista en
un bosque aledaño al plantel. Obvio, la
curiosidad era tanta, que me llamaba la atención, lo velludo de las vulvas y el
tamaño de los senos de las modelos…
Siendo
adulto y viviendo fuera de la casa de mis padres, recuerdo que al ir a los PUSH
(Moteles por hora) en la televisión siempre había porno, por lo general
de XX, nada extremo como lo que nuestros hijos están viendo hoy, por lo que preferí
hacer, que ver, ya que la ilusión fálica y orgásmica de esos videos, mas que
ayudar, envenena la mente.
EL PORNO DE HOY
Si nunca
viste “Garganta profunda” no te preocupes, yo tampoco la he visto, pero
en los años 80´s ese tipo de peripecias, eran las consideradas “Extremas”
por lo que unos y otras, empezaron a intentar ampliar sus prácticas intimas, en
función a lo que se veía en las películas o revistas porno, PERO como la mente
humana nunca esta satisfecha, lo que antes era considerado XXX, hoy es porno básico,
ya que el mismo ha llegado a niveles y variables que, si para un adulto son difíciles
de asimilar, para un crio de 10 a 20 años, ya te podrás imaginar.
En este
punto, lo que vean, sea soft o hardcore, afecta la mente de niños y niñas por
igual, ya que les ofrecen parámetros distorsionados de lo que es la sexualidad,
poniendo como único “interés” la parte física, dejando de lado lo
mínimo, que es la seguridad o salud personal.
Obvio, hoy
muchos adultos podrán decir que vieron porno de jóvenes y no tienen ningún tipo
de trastorno o trauma por eso, PERO de ser así: ¿Por
qué hay tanta insatisfacción sexual en las parejas, tantos divorcios, tantas
violaciones, agresiones y demás situaciones ligadas a la ignorancia o
desconocimiento de una sana sexualidad? Incluyendo la anorgasmia, la impotencia o
la eyaculación precoz.
Entendamos
algo, el hecho de que seamos adultos y CREAMOS que no hemos sido afectados por
la pornografía, no nos exime de la RESPONSABILIDAD
de hablar con nuestros hijos sobre sexualidad y no me refiero a la flor y la
abejita, ya que hoy nuestros hijos están hablando de SEXO sin filtros y ejemplo
de esto, son las conversaciones de “experimentados y vociferantes” niños
de 15 años, que creen que al hablar de sexo anal y de “como le gusta a una
mujer” le verán como un experto en la materia, cuando lo que oculta es el miedo
de sus padres para hablar del tema.
FRUSTRACIÓN Y ADICCIÓN
Desde los
17 años, vengo escuchando ha amigas y conocidas, sobre su desconexión con su
sexualidad. OBVIO como adultos, no podemos culpar a
nuestros padres, ya que ellos NO podían dar lo que no tenían, por ende, es NUESTRA RESPONSABILIDAD como
adultos el aprender, cultivar y practicar una sexualidad alejada de todo tabú,
miedo o mitos; en pocas palabras, ILUSTRASE.
Lo ideal es
que este paso al conocimiento sea antes de traer hijos al mundo, ya que, de lo
contrario, estos seguirán repitiendo nuestro patrón de ignorancia e
infelicidad, al desconocer de su propia sexualidad, así como la de sus futuras
parejas.
Esta
realidad nos vincula directamente a la FRUSTRACIÓN sexual en la pareja, dado
que, si uno de los dos ha vivido mas y variadas experiencias con su sexualidad
y el otro a penas si se desnuda en la ducha, ahí ya hay un problema de pareja y
estos, son mejor detectarlos antes de irse a la cama y mejor aún, ANTES DEL
MATRIMONIO.
En ese
punto, es cuando uno de los dos empieza a ver pornografía, para así aliviar la
carga sexual y de insatisfacción con la pareja (Me
quedo con ganas o no me satisface en la cama) aquí es donde aparece
el peligro, ya que, si tu necesitas ver porno, para excitarte en los previos
con tu pareja, te informo que ya tienes un problema y es la adicción a la pornografía.
¿CÓMO CONVERSAR DE SEXO?
Es evidente que, si como adulto te cuesta expresar tus
deseos sexuales a tu pareja, novio o esposa, hablar con tus hijos será como
atravesar el ALTO muro de la ignorancia y el miedo, por lo que debes empezar por
ti, sanando ESO que te llevo a ser cerrado en el tema sexual. Tal vez un regaño, una imposición familiar “las
niñas buenas llegan virgen al matrimonio”, la masturbación es mala… (ESTO ES INCONSEBIBLE:
Si tu como SER no sabes cómo Autosatisfacerte, como podrás disfrutar con
tu pareja y esto, aplica para hombres y mujeres).
He ahí la
importancia de la sexualidad textual o el conversar abiertamente de gustos,
placeres o experiencias previas o deseadas.
ESTO ES DE ADULTOS. Habla
con tu pareja y tus hijos, de tus pininos en la sexualidad, aparte de reírse,
entenderán que tu también fuiste ignorante y que deseas para ellos (Hijos o
hijas) experiencias que en principio sean seguras y satisfactorias, ya que
tener un embrazo a temprana edad o ser transmisor de una ETS, cambia
radicalmente el panorama de su sexualidad a futuro.
ES MEJOR TENER EL CONOCIMIENTO
Tener una
actitud abierta y sincera con los hijos, con relación al sexo, es un camino que
lleva a florecer la relación entre padres e hijos, así como con la misma
pareja, ya que la ignorancia, es la que genera los miedos de ellos y los
nuestros, motivo por el cual la pornografía sigue siendo rentable para quienes
la producen, ya que genera adicción en aquellos que ignoran su propia
sexualidad = Pobres de mente y Alma.
Con amor y
mucha responsabilidad, habla con tus hijos, no solo de sexo, sino de la vida,
el Amor incondicional, las creencias impuestas y limitantes, su Fe y la tuya
(Que no tienen por qué ser las mismas), las guerras y todo aquel tema que les sume
a ellos y que tal vez nuestros padres no nos enseñaron… Recuerda, padre es el que enseña, no el que
limita y mantiene en la ignorancia.
Paz y Amor
Abdiel
Barranco C.
La Aventura
de VIVIR







