Hay días en que me voy profundo en el pensamiento y como paracaídas, llega mi SENTIR al rescate, como si de una lucha entre El “bien” y el “mal” se tratara y es que la bendición recibida en ocasiones puede ser pesada, pero cuando con pasión trató siempre de dar lo mejor de mí, es por que el llamado con un titulo llega y se hace realidad frente a mi computadora, en forma de letras, que hacen eso que llamo un artículo y que al final me deja siempre satisfecho.
Por eso,
hoy quiero compartirte MI DESEO, motivación o cuidado que, hasta mis más
oscuros secretos, con los cuales, domingo a domingo trato de llamar tu atención
con mis letras.
¿DESDE
CUÁNDO ESCRIBO?
Su nombre
era Aura Guadamuz, ella era compañerita en la Escuela Primaria Josefa M. de Vásquez,
allá en mi Boquete de los 80´s; yo era el típico niño penoso para expresar lo
que sentía, pero un buen día me envalentoné y le escribí una cartita. No se si fue mi letra de doctor o mi humor
precoz, pero por un tiempo, cartitas fueron y vinieron. Hoy, un tanto arrepentido, recuerdo que
todas esas cartas las quemé, al saber que ella se había mudado de provincia y
efectivamente nunca más la volví a ver.
No hubo despedida y la verdad, no tenía idea de lo que sentía, ya que, a
esas edades, que sabe uno del amor.
Aparte del
dibujo, donde hacia realidad mis mas locas ocurrencias, el escribir siempre ha
sido para mi un acto de profunda e íntima reflexión, entendiendo con los años, qué
es un estilo literario, las formas y tiempos, también de los “errores” y críticas,
por lo que desarrollar un estilo, no es algo que sale espontaneo, sino que mas
bien se va puliendo párrafo a párrafo, así como un futbolista practica sus
patadas, un abogado en sus juicios o un poeta con sus amores imposibles… Bueno, así mismo.
De crítica
social, sarcasmo, malas palabras, sexo, política y Aventuras han sido mis
escritos, pero ninguno ha ocupado mas las teclas de mí computadora, que mis
amadas mujeres… Ellas, Amazonas que han
cabalgado en mi piel, que me han mandado a la mierda y vuelto a amar, han sido
el oxígeno de este Sagitariano de profundo sentir, detallista, romántico y por
que no, perdido en la nebulosa de las utopías sociales, en donde sigo creyendo
en nosotros, humanos intrínsecamente buenos, pero socialmente desarmados.
AHÍ
DONDE ME ENCUENTRO
Sin
importar la hora o circunstancia, cuando un titulo llega a mi mente, me siento
frente a la pantalla y es como si una cascada de ideas y conceptos cayera sobre
mi mente y en ocasiones, han pasado horas, sin apenas darme cuenta. Reviso y reviso, cual cazador “atento” en busca
de errores ortográficos, de puntuación o forma, regresando al momento presente
con las manos vacías, por lo que ese texto tiene que ir acompañado de una
imagen, ya preconcebida (Mientras voy escribiendo) de cómo quiero que se
vea el título, tanto en Instagram, como al inicio del blog.
De formato
conocido 1:1 – Encuadro esa imagen, busco la tipografía acorde y al Blog,
programo (Domingo 8:00 a.m.) y le doy al botón de publicar… Sí, en ocasiones la espera es larga.
EL ALIMENTO DE QUIEN ESCRIBE
Así como un
cantante vive de los aplausos, quien escribe anhela los comentarios, tus
comentarios y sí, en la etapa del arranque, esto fue fuerte, ya que cuando pongo
el corazón en aquello que escribo, se siente bien el que lo que explico o
describo, llegue al corazón del lector que por casualidad o a la espera, recibe
mis letras. Aquí el ego me juega la
pacheca, ya que en cada domingo digo “Hoy público y me desconecto”
joder, cada vez menos, pero la ansiedad por leer las opiniones, por pequeñas
que sean, son la mejor motivación para seguir entregando mis letras a quien las
quiera leer.
AQUELLO
QUE ME OBSECIONA
La vida ha
sido tan buena conmigo, que me ha regalado maestras y esto siempre lo he agradecido,
pero una en especial, ha sido por años, casi que una Auditora Externa de cada
concepto y palabra que he escrito, al punto de ella obsesionarse con la parte
conceptual y esencial de como transmito mis mensajes… Nuestras profundas conversaciones, nos han
llevado hasta el distanciamiento, pero ha sido el Amor Incondicional y el
respeto, lo que nos permite, en cada reencuentro Psico Literario, aprender y
darnos cuenta, que en ese espejo hecho Ley, yo desde la cima de mi montaña veo
la inmensidad y belleza de su río, donde ella es salpicada con las
minuciosidades de lo que yo desde arriba no veo, mientras que ella no siente la
felicidad de la grandeza que yo experimento en la cima.
Es así,
como temas tan profundos como el perdón, el crecimiento personal, la Paz
Interior, las preferencias sexuales y todo aquello de lo que he escrito, siento
que no tiene eco, en aquellos a donde aspiro a llegar.
Y aquí algunas
de mis lecciones aprendidas.
1- Escribir es una pasión para la cual no me entrene, venia en mí, como una capacidad virtuosa, que espero seguir puliendo.
2- Leer no me llego por ver a mi madre devorar libros, sino por mi propia curiosidad de aprender, de cuestionar y SABER más para ignorar menos.
3- Mi mejor artículo será el próximo que escriba; no se de que será o quien lo leerá, pero seguro, a mí me gustará.
4- Algo que las letras me han enseñado, es a escribir de lo que yo he experimentado… Ya que mentir no me sale.
5- MI DESEO, tan profundo y utópico, es que todos vivamos en Paz, para que así la felicidad sea parte de nuestro día a día y no, granos de maíz que esporádicamente encontramos.
En fin, como
le escuche a Cortázar en una entrevista “La posibilidad de la múltiple
lectura de un cuento”, esto también me llevo a entender, que escribir
me enfrenta en cada entrega, a un público arcoíris, en donde tu lectura puede tener
un filtro color verde, tal vez azul o puede que amarillo, por ende mis escritos
resonaran según el color de tu esencia y el tono de mi sentir en el momento en
que lo escriba, pero ten presente que mi deseo, siempre, pero siempre, será de
que todos alcancemos la paz, con aquello que vibre en el corazón de cada uno.
Paz y Amor
Abdiel
Barranco C.