Vaya que "soledad" es toda una Rock
Star; todo el mundo la conoce, algunos le temen, mientras que otros disfrutan
con ella y la verdad, es que, para estar bien en su compañía, hay que hacer un
Post Grado en Autoestima.
Pero
que es la soledad: La palabra “soledad” viene del latín solitas y significa “Cualidad
de estar sin nadie más”. Sus
componentes léxicos son: Solus (solo), más el sufijo – dad (cualidad); esto por
muy técnico que se lea, es una cosa, pero experimentarlo tanto física, como
emocionalmente son dos cosas muy diferentes.
En
mi caso, siempre evadí siquiera la idea de que me acompañara, pero dos
acontecimientos muy profundos en mi vida cambiaron mi percepción de ella.
OHHHH EL AMOR, EL AMOR.
Sip, ese bello sentimiento suele ser muy
aleccionador, cuando no se sabe, entiende o siente que es el verdadero amor incondicional.
Es así como uno hace contacto con personas que dejan
huellas en la vida de cada uno, pero en mi caso, la huella que el amor dejó en mí
hoy es una super lección que agradezco, aunque en ese momento lo sufrí hasta
las lágrimas.
Corría el inicio de mis cuatro décadas, todo iba
viento en popa, hasta que por acciones e inacciones de ambos, el crucero del
amor se detuvo. Yo tomé la honesta decisión de saltar al agua, antes de
hundirme anclado al timón.
Ahí la realidad me llevó a tomar la única opción
viable (vivir en las cuatro paredes de mi negocio) y bueno, Dios escribe
mensajes directos, con letra de doctor, por lo que trague cortito y por tres
meses, estuve literalmente viviendo con la flaca soledad.
El despertar era bien activo, desayuno, baño y a
promocionar el proyecto, pero en las noches, Solé jugaba con mi mente al pin
pon.
"Tú no tienes rumbo", "Que buen
ejemplo le das a tu hija", "eres un bueno para nada" la
verdad había noches en que me hacía llorar, pero en el fondo mi luz de
esperanza era mi hija, ya que mi corazón me repetía… “Tu no le puede hacer eso”.
El tiempo pasó, las cosas mejoraron y terminé en
casa de una prima que me dio refugio en su hogar y aunque hablábamos poco, el
cocinar esporádicamente para ella, así como salir de "casa" para ir
al negocio, me cambio el panorama.
EL SEGUNDO ENCUENTRO
Pasaron los años y un buen día tome mi mochila,
invite a mi hermano en la Aventura, mi garra, mi querido Vitto y nos fuimos
para la montaña, el entusiasmo estaba a tope, pero las rodilla de Vitto le
dijeron, hasta aquí llegas tu.
La verdad me dolió separarnos, aunque luego
comprendí que en esta oportunidad el llamado era para mí, por lo que soledad se
vistió de fiesta.
Luego de unas siete horas de caminata, en aquella
agreste y solitaria montaña, quedé idiotizado con las vistas, arme campamento y
una fuerte ventolina intento desarmarme hasta la moral. Yo, todo un
aventurero de suela vieja, jamás había dormido en el monte solo; que cosas
tiene Dios... El viejo se las sabe todas.
Ya te podrás imaginar las historias que Solé me
quería contar, pero lo que con las lecciones aprendidas en el camino, le dije
"ven,
acuéstate conmigo". La verdad, en ese primer solo TODO cambio, ya que al
gestionar de manera positiva todas mis emociones, pude dormir tranquilo, en paz
y sin brujas o monstruos en la mente, mismos que desde la infancia atormentaban
mis noches.
El dorado amanecer, con un clima frío y despejado
de verano en la montaña, hizo que el café tuviera un olor y sabor muy especial;
de la emoción grite y me sentí tan vivo, al haber pasado mi primera noche solo
en aquella apartada montaña y aparte de estar sin un rasguño, estaba super
emocionado, CONTENTO.
Hoy, mientras escribo estas letras en mi hamaca,
en medio de la montaña, soledad es tan solo un recuerdo de un período de miedos
e inexperiencia, en donde se di más que mi tiempo, también mi ser, gracias a ese
ego implantado que nos mata y encierra.
Por eso, al estar en la montaña o la ciudad, me
siento acompañado por el Gran Maestro Aventurero; Él aunque no cuelgue su
hamaca junto a la mía, es quien enciende la fogata en mí y nunca me abandona, desde
que aprendí a VIVIRLO y SENTIRLO en el
corazón y no “viviéndolo” desde la mente.
Gracias Papá Dios y amada Pacha Mama.
Abdiel Barranco C.
PD. La soledad te puede llevar a pensar demás; por esto, si
te sientes solo, pide ayuda profesional y si no te atreves, cuenta con
mis dos oídos y un abrazo.
PPD. Si tienes ganas de vivir una experiencia así, con gusto te guio.

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