Hay días en el año a los cuales le hemos dado un significado en particular,
para así recordar la importancia de pensamientos, palabras y acciones que deberíamos
aplicar siempre y sin mirar a quien; por eso, en este día de febrero quiero
compartirles mi sentir, con relación a eso que llaman amor, visto desde tres
perspectivas diferentes: La familia, la pareja y el amor propio.
Como siempre, han sido las “enseñanzas” o tradiciones que repetimos sin cuestionar,
las que hacen de fechas o palabras, un hito que, en mi caso, por primera vez
paso físicamente solo, pero rodeado de tanto amor, al avanzar y crecer en mi
camino, por lo que empecé a comprender la realidad, por lo menos para mí, de lo
que es el verdadero significado del amor.
Empecemos.
AMOR FAMILIAR
Con el pasar de los años, el vinculo familiar en muchos casos se va
diluyendo; el testigo que antes era un deber pasar, en alguna parte del camino
fue dejado en el suelo, a la espera de que alguien lo retomara. Afortunadamente
y en ocasiones son los niños, que en su pureza e “ingenuidad” reavivan la llama
que nos une… Esa llama es AMOR, ya que
surge de la esencia de lo que como familia se es; un vinculo mas allá de la
sangre, una conexión transgeneracional que nos liga a un apellido, a las fotos
de los antepasados y por que no, también a sus miedos y heridas sin sanar.
Aquí también hay AMOR, ya que al reconocer que tenemos la responsabilidad
de sanar esas heridas del pasado, es cuando heredamos a nuestros hijos y nietos,
un apellido sin penas, sin dolor y en la libertad del SER. Por esto es IMPORTANTE, que, como adultos
responsables, antes de repetir los mismos errores que inconscientemente los
antepasados cometieron, tengamos la valentía de sanar ese abandono, maltrato,
rabia, miedos, infidelidades, etc. de las cuales nosotros no fuimos culpables,
testigos o gestores.
Cuando se sana desde el AMOR y el verdadero perdón, la paz nos lleva a la
libertad, por lo que nuestro legado de amor hacia los hijos, nietos, sobrinos,
ahijados, etc. son alas de libertad, no pesadas cadenas de miedo, por eso
imponer creencias, afiliaciones, pasiones o labores a nuestros hijos, no es un
acto de amor, ya que ¿Dónde está el amor en la imposición?
Por eso hoy, sí hoy pide perdón, perdónate y perdona ese pasado, para así
transmitir AMOR de verdad, a ese SER que tanto amas, aun cuando no te atrevas a
decírselo. Te
amo.
AMOR DE PAREJA
Una de las grandes mentiras de la humanidad
es el “Hasta que la muerte nos separe” esta imposición es la condena del
hombre y la mujer, no un mandato de Dios, es más, él no invento el matrimonio “Genesis
2:24 – Por eso el hombre deja a su padre y a su madre, y se une a su
mujer, y los dos se funden en un solo ser” por lo que desde la concepción =
creencias del hombre, quien escribió la biblia y manipulo los hechos a su
conveniencia hasta nuestros días, esta OBLIGACIÓN limita la experiencia del
verdadero amor.
Antaño nuestras abuelas, al ser
adoctrinadas por la iglesia (De la denominación que fuera) y la sociedad, cumplían
sin cuestionar esto; afortunadamente nuestras madres se cansaron del maltrato,
la infelicidad, las migajas y todo aquello que por “amor” debían aceptar hasta
que la muerte les separará; por lo que en el despertar de la conciencia, el
amor de pareja INICIA por el reconocerse como seres independientes, mismos que
tienen la capacidad de creSER por separado, para con el tiempo y la evolución,
cultivarse dentro de la pareja, si así lo desean.
Esto último, es un verdadero acto de
amor, ya que, con mis temas resueltos, mis miedos superados y mis heridas del
pasado y presente sanadas, SOY consciente de mi SER, para así compartir
con otro Ser evolucionado, todo aquello que quiero dar, ya que en la LIBRE
ELECCIÓN es donde se cultiva esa semillita hermosa llamada amor de pareja. Sí, esto no hay pastor, sacerdote o
creyente que te lo explique, dado que según lo acostumbrado y “Correcto”, ese
amor, aunque no te lleve a florecer, debe ser para siempre. El amor es LIBERTAD, respeto y
aceptación.
AMOR PROPIO
De los pasos en la vida de todo SER,
el descubrir y manifestar su amor propio, es el mas interesante de todos; este
descubrir nos afronta a tomar una importante decisión, la cual consiste en atravesar
el puente hacia su propia verdad, por lo que acá te pongo una analogía.
A lo largo de la vida, te han hecho
creer en muchas cosas, la mayoría bajo el miedo de que, si no haces esto o lo
otro, te convertirás en mono, iras al infierno o te quemaras en la hoguera (Todo
esto con mucho amor, por su puesto).
Muy bien, todas esas creencias = Tus creencias, están puestas sobre un
puente de vidrio por donde caminas, solo viendo a donde te indican (Familia,
iglesia, sociedad y educación), por lo que esto que lees, es como una opinión
que cae como un mazo de metal sobre el puente para romperlo en mil pedazos.
Esto te genera MIEDO, terror y pánico,
ya que todo en lo que crees (Ego / Al ego no le gustan los cambios) se
desmorona a pedacitos, por lo que tienes dos opciones:
1- Creer en ti y abrir los brazos para volar = Tu verdad / Libertad.
2- Dejar que tu ego (Creencias limitantes) te lancen al vacío = La verdad de los demás.
Como sabes, en tus manos y
conciencia esta la decisión a tomar, no en mis manos, las de tus padres, el presidente
o tu pareja, es una sola decisión que puede cambiar tu vida; obvio se requiere valentía,
la cual se multiplica con el conocimiento, el investigar, el ir mas allá de la
verdad impuesta; este es el verdadero despertar; pero eso cuando descubras tu
verdad, encontraras el amor propio y así empezaras a vibrar tan alto, que atraerás
a ti la paz, no la de las palomitas blancas, sino aquella en donde todo lo que
pasa a tu alrededor es relativo, ya que en esta vida o cualquiera otra, solo
hay dos verdades.
VIVIR en el amor
o existir en el miedo.
Por eso, en este trinomio del amor –
Cuerpo, Mente y Alma – no necesito de un día especial para decirte que
te amo con libertad, te amo bonito, te amo de verdad y aun cuando no compartas
o comprendas mi sentir, igual te seguiré amando, ya que no es tu decisión que
yo viva en el AMOR, es mi amor propio, mientras que tu sigues viviendo… ¿Dónde vives, en el miedo o en el amor?
Abdiel Barranco
C.
Hoy más vivo que ayer.

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