martes, 15 de diciembre de 2020

Campamento McCormick

 


Hay actividades que tiene un para qué en la vida, otras son solo momentos pasajeros; en aquellas ligadas a la aventura hay mochilas, equipo de montaña, comida deshidratada que te hace mas llevadera una expedición en la montaña, pero a lo largo de mis 39 años de disfrutar de la aventura, ya sea volando parapente, esquiando, buceando, montando a caballo o bajando un cañón usando una cuerda, algo que no puede faltar es un buen amigo.

Ellos, compañeros esporádicos de ruta, se montan al 4x4 de tu vida en esos momentos en donde pides adrenalina a gritos y afortunadamente de toda la familia aventurera que uno se hace en la ruta, siempre hay un hermano fiel que es cómplice en cada “locura” para aquellos que no entienden de dormir con el culo en el suelo o de andar con las botas mojadas, rodeado de mosquitillos y una que otra situación que se puede complicar.

Es así como nuevamente las ganas de monte me llegaron, por lo que con mas de 30 días de anticipación informe a mi garra Miguel Garuz “Nos vamos pa´l monte” y sin mas, ni más nos llego el día.   En esta ocasión en honor a mi padre en la Aventura, mi viejo y querido Iván Herrera, quien en las aventuras más extremas, siempre estuvo ahí.

 

“GARRA, BAJO EN 5”

Siempre en todo viaje al monte uno debe ir con la retaguardia limpia y la tripa vacía; así fue como bien temprano agarramos rumbo.  En este caso teníamos dos lugares en mente, por lo que subimos un camino y un portón nos detuvo, rápidamente improvisamos y dijimos “Vamos a Frijoles” por lo que sin darle muchas vueltas nos enfilamos hacia allá; en el camino y como buen augurio, se nos cruzo un Broad billed Motmot (Un ave) que raudo y veloz desapareció dejándome emocionado, ya que nunca la había visto.

Luego de dejar el carro y saludar a los amigos del *PRDC agarramos nuestras respectivas 30 lbs de peso en cada mochila y sin prisa, pero sin pausa en 50 min. llegamos a destino.  En el puente sobre el río frijoles nos separamos de un grupo de turistas y abriéndonos trocha desaparecimos en la espesura de la selva tropical.    La verdad, la idea era ir río arriba para encontrar un área de acampada que tuviese prestaciones de hotel todo incluido y aunque las expectativas las habíamos dejado en casa, el mojarnos las botas fue regresar a las viejas andanzas entre cañones y disfrutar lo rico de lo desconocido.

Luego de cruzar una poza que tenía una enorme laja oscura, encontramos un remanso que parecía prometedor, pero para asegurarnos de que no había algo mas interesante río arriba, caminamos unos cuantos metros y nos detuvimos, ya que había un buque a orquídea que nos dejo poseídos; luego advertimos que más arriba había árboles derribados y el cause del río se cerraba por lo que regresamos al remanso.

 

AQUÍ ES.

A simple vista el área presentaba un acceso fácil al río, un lobby acogedor y área de hamacas plana con vistas al río, por lo que pusimos manos a la obra para despejar, limpiar y acomodar todo para hacer de ese lugar, nuestro refugio por una noche.    Tal vez en dos horas ya habíamos limpiado el área, cuando mi garra me dice “Vení a ver” por lo que subí y me dice “Aquí los gringos tenían algo, ya que hay cuatro tubos de acero” y efectivo, en formación de perfectamente cuadrada, los tubos eran de utilidad para cualquier cosa.

En eso Migue me dice “El Srgto. McCormick es un HP, solo nos dejos los tubos” y ahí empezó la joda, por lo que se nos ocurría cualquier locura para culpar al Srgto. McCormick, por lo que, con las habitaciones listas, era hora de refrescarnos y al agua fuimos a dar SEÑORRR, sí SEÑOR.   Quien ha estado en un río conmigo sabe que yo soy mitad gato y mitad cabra de montaña, por lo que el agua no me gusta mucho y con mayor razón, si hay sardinas muerde piripicho.

Fue al intento número uno de meterme al área más onda del Spa, cuando sazzzzz, allá va la primera sardina atrevida a morderme el muslo, por lo que brinque y me dice Migue “Coño, yo te he visto luchar con dinosaurios y saltar de acantilados y le temes a una sardinita” la verdad, no tengo alegato en mi defensa, pero esas HP´s muerden duro no joda.

 

EL MENÚ PARA HOY

A ver, puede que no tengamos los últimos gadgets aventurescos o hagamos expediciones con National Geografic, pero algo que nos caracteriza a mi garra y a mí, es que comemos con manteles blancos…   Bueno, lo intentamos y en esta ocasión no era la excepción.    Sr. para hoy tenemos paella valenciana, con leves notas de humo, en cenizas de leños selváticos, con un Chateau Les Agues, con filtrado de Katadine.     Yo todo emocionado pongo la ollita en la parrilla con la orden completa y a medio hervor, cuando en medio de atizar el fuego, una ramita toco la parrilla y allá fue esa vaina.

Resultado, media porción de paella en el suelo…   Lagrimas al cielo, así que con el cucharon agarre la porción superior y la devolví a la olla (En el monte todo, bueno casi todo se vale) por lo que le eche un poquito mas de agua y a la candela de nuevo.   Tal vez pasaron 10 min. y entre poner unas piedras planas en el piso de la fogata y echarle un ojo al cocinaito, cuando solita la olla se vino abajo otra vez…   Ahí creo que los monos se asustaron, ya que dije ¡¡¡NOOOOOO!!!    Aja, la paella a las rocas.    Ni modo, vuelve y recoge, menos obviamente y a la ollita otra vez.

“Garra te tengo una mala noticia” a lo que me responde “Coño dime que al menos que tienes una buena noticia” por lo que le respondí.   “La mala es que se volvió a caer la paella, la buena es que me la comí toda, por lo que si me cae mal, será uno con cagadera y no dos” 😆

 

LOS BUENOS AMIGOS NUNCA TE AVANDONAN.

“Mi garra” me dice Miguel, eso no es problema y sazzzz, saco dos sobres de espaguetti a la bolognesa y salvo la cena.    Joder, yo ya estaba pensando adelantar el desayuno, pero tomando en cuenta que eran las 5:00 p.m. del sábado y que al menos saldríamos a las 12:00 md del domingo, la vaina se pintaba fea sin ese rico resuelve…   Gracias Garra.

En fin, en la noche hubo concierto de Eleutherodactylus Diastema, también del tenor Leptodactylus Pentadactylus y ya en el After, creo que como a las 4:00 a.m. arranco DJ Aullador, Feat Cariblanco con sendas melodías, por lo que nos levantamos, hicimos arepas de desayuno, huevos revueltos y carne de lata en salsa de saliva de salvaje hambriento, con un Kotowa muy oloroso que tenía notas de chocolate y vainilla; quedo del carajo pa´riba.

Tal vez no entiendas muchos de los chistes, nombres o alusiones aventurescas del cuento, pero lo que si se te decir, es que la vida se vive mejor sin miedo y en compañía de los buenos amigos.

 

Abdiel Barranco C.

 


                                        Última Expedición al cañón de Campana con el viejo.

* https://pipelineroad.org/en/

No hay comentarios:

Publicar un comentario