¿Alcanzaste por
fin la victoria?
Dale tiempo al tiempo, seguro que
has escuchado este famoso refrán, mismo que tiene tanto de cierto, como de
complejo, ya que para entenderlo hay que haber superado muchas pruebas que la
vida nos pone y aunque tus experiencias, según tu percepción, no sean la suma
de grandes aventuras o anécdotas, seguro que por aburrida que parezca tu vida,
provecho le has podido sacar.
Admito que, en mi caso hay dos
cosas que pongo en la lista de procesos por superar y son:
- Gestionar la indecisión de otras
personas (Lo acepto, aunque en ocasiones me frustra).
- Me cuesta creer que una persona tenga
una vida tan rutinaria como para responder “Ahí, la misma vaina” cuando le
preguntas cómo está.
Si no te incomoda esto, es que
efectivamente has superado una de las tantas etapas de la vida y el crecimiento
personal, por lo que debes felicitarte y ponerte una estrellita en la frente
por tan importante logro; por esto expongo, desde mi experiencia, como he
superado algunos procesos, de los MUCHOS que me hacen falta superar.
RECONOCERLO
A lo largo del proceso de
desenrollo de la madurez, ya que nadie nace maduro y sabio, el entorno nos va “formando”
en creencias, algunas nos limitan, otras nos motivan. Estas últimas desde tu propio conocimiento,
experiencia y perspectiva son importantes para ti, entendiendo que puede que
para otros seres no sea así; pero en aquellas que sean LIMITANTES es muy probable
que no las adviertas y es aquí en donde el autodescubrimiento juega un gran
papel.
La observación de nuestros
propios procesos (Qué sientes, cómo reaccionas, afectas a otras personas, para
qué me paso esto, etc.) son cuestionamientos indispensables para empezar con el
reconocimiento de SER, aceptando también que no hay nada bueno, ni malo, ya que
TODO es relativo, ya que tu sentir no es igual al de los demás y solo este
pequeño detalle, hace la diferencia.
Sí, nos han adoctrinado a pensar,
mas no a desarrollar el importante potencial del SENTIR. El sentir nos hace bajar de la mente (Ego),
hacia tu corazón (Ser), ya que es ahí donde emerge esa sensación que esto te
conviene o no te conviene, por lo que el hacerle caso al sentir = intuición, es
de suma importancia para progresar en estos procesos del SER.
ACÉPTALO
Una vez que con valentía te atreves
a reconocer que esa emoción, acción, palabra o sentimiento hacia otra persona,
situación o momento del pasado te esta RESTANDO paz o tranquilidad,
entras en la etapa de aceptación y para entenderlo te pondré un ejemplo
sencillo: Supongamos que en tu infancia
un perro te mordió; de esta situación en ese momento tenías dos opciones: 1-
Culpar al perro sin entenderlo o 2- Aceptar que el animal no te conocía y
por miedo te atacó. Esto requiere
introspección.
Obviamente en muchos casos los
adultos no saben cómo hacer la debida contención de esta y otras situaciones,
por lo que de salida te dicen “Ya no llores más”. Ahora es tu responsabilidad, como adulto, de superar
ese trauma de la infancia, por el cual le temes a todos los perros, por mansos
o pequeños que sean. Reconocer
implica lo irracional de tu miedo, mientras que aceptarlo es decir con valentía
“Yo lo puedo superar”. Al
aceptar te atreves a pedir ayuda o, por el contrario, enfrentar tus propios
miedos y con calma o de golpe, según tu proceso, acaricias al primer perro que
te encuentras, dándote cuenta de que ese miedo (Ego) te impidió sentir el amor
que la gran mayoría de los perros profesan a las personas. Ahora traspola este aceptar, a esa
situación que te esta robando la PAZ.
FLUYE
Con la aceptación de cualquier
cosa que te robe energía, empezarás a entender a cabalidad el verdadero
significado de la palabra fluir, la cual no es más que permitirte reconocer el
sentimiento y la emoción, pero en vez de guardarla en tu interior, con su
respectivo detonador = miedo, lo que haces es observar el proceso y permitirte
sentir todo y luego soltarlo, desconectando cualquier emoción relacionada a ESO
que anteriormente te causaba incomodidad, molestia, miedo, rabia o cualquier
emoción que, cual vampiro te robase energía.
Recuerda, las represas RETIENEN
agua; cuando algo “malo” te pasa, no represes el sentimiento, vívelo y libéralo
para que así fluya y no te robe energía; SUÉLTALO, no permitas que el taxista que
se te cruzó en la calle, el jefe que te hizo una mala pasada o esa deuda que tienes te
roben la importante energía que es la que te permite crear las soluciones, para
que así día a día y un proceso a la vez, alcances la victoria, siendo LIBRE de
todas esas piedras que llevas de lastre y que te impiden ser feliz y vivir en
paz.
Te amo.
Abdiel Barranco
C.
PD. Si no tienes pavo o jamón en tu mesa, igual disfruta estas fechas.




