domingo, 22 de enero de 2023

FLOTADORES EN EL MAR

 


“En el mar la vida es mas sabrosa” dice la popular canción de Osvaldo Farrés y sí, cuando sabes nadar o flotar en el inmenso mar, te sientes cómodo y en paz, por lo que así me vino esta analogía, misma que me llevó a entender, porque los que no saben nadar, siempre requerirán un flotador.

Ampliando este concepto, a nivel profesional, sentimental, familiar o hasta social, NO EXISTEN mejores o peores nadadores (Todos tenemos esa capacidad), pero algunos desde pequeños aprendieron, ya sea tragando agua o no, a nadar solos (Ser Independiente – En muchos aspectos) mientras que otros, aun con ayuda, no pueden o no se atreven a nadar solos, sin detenerse a pensar en el por qué.

Tomando en cuenta lo anterior y para que tengamos una perspectiva diferente, para entender a nuestra pareja, a una amistad, a los padres, familiares o a la sociedad, ya que el concepto aplica para todos, te invito a acompañarme, en este viaje literario, a una soleada playa, con palmeras y música tropical.

 

NOS VAMOS PARA LA PLAYA

Recuerdo que tendría unos 15 años, cuando mi sobrino mayor fue por primera vez a la playa, él y toda la familia vivíamos en un pueblo de montaña, desde donde no se veía el mar, pero nos organizamos y allá fuimos todos.   Mi hermano y yo, agarramos a mi sobrino por los brazos y lo llevamos a la orilla y su primera expresión fue “Que piscina TAN GRANDEEEE” ese recuerdo lo tengo tan vivo, por su hermosa inocencia infantil, dado que no entendía lo que veía.

Así mismo reaccionamos TODOS, sin importar la edad o contexto social, etc., cuando nos enfrentamos a una situación nueva…   Por lo que aquí hay dos variables, en donde nos diferenciamos de los niños.   

A-  Nosotros los adultos, en mayoría, por miedo a lo desconocido, entramos en negación = Miedo: “No, no puedo con esto”, “Yo no sé hacer eso, déjame con lo que conozco” y la mejor “Sí así funciona, para que cambiarlo”.

Estas respuestas, dentro del mundo laboral, por lo general y ante los jefes, las guardamos para los cuentos de pasillo, pero en nuestras relaciones de pareja, familiares o amistades, afloran sin filtro.

B-     Por otro lado, los más osados (Que son los menos), dicen: Ahhhh que carajo, intentemos y si no funciona, ya le vemos.

 

¿CUÁNDO  APARECE  EL  FLOTADOR?

Si aprendiste a montar bicicleta desde temprana edad, seguro quien te enseñó, apretó las rueditas de apoyo de la bici, te dio todas las explicaciones, te puso en un área plana, te dio un empujón y grito “Pedalea, pedalea” ahí el flotador eran las rueditas…   Si vamos mas atrás, en la cuna donde nos dejaban “seguros”, las barreras o bumpers, eran el flotador (Los bebes de la tribu Yanomami en Brasil – No saben que es una cuna); el que nuestra madre nos acompañara a la escuela, hasta los 15 o 16 años, ahí también estaba el flotador.

Estas y otras experiencias, que creemos “necesarias” son las que LIMITAN LA PROPIA EXPERIMENTACIÓN (Que aprendamos a nadar), tatuando en la mente una falsa idea seguridad, al tener el flotador a la mano siempre.

Ese es el origen de muchos problemas de la etapa adulta, cuando se supone, debemos ENTRAR y ESTAR por nuestra cuenta, en ese océano de posibilidades, llamado la vida de adulto.

 

EN EL AMPLIO MAR

Al salir de casa de los padres, entendemos que, si no nadamos, nos ahogamos en un mar de deudas, en relaciones que han dolido o siguen doliendo, con amistades toxicas, en trabajos que no nos gustan, que detestamos o aburren, etc. pero…   Son EL flotador que nos da “felicidad”, tomando en cuenta que sin ese “APOYO” la vida sería miserable y viviríamos debajo de un puente.

Esta es la errada idea que nos venden y compramos desde la infancia y que nos mantiene en la zona de confort, teniendo claro que es mejor que ALGUIEN se haga responsable de nosotros, de nuestras emociones, finanzas, intelecto, creencias, hasta de nuestros miedos y por este motivo, tanto a nivel individual, como sociocultural, ALGUIEN es el responsable de que yo este así, de que las calles estén así, de que el Gobierno este así, que el país y el mundo ande así…   Alguien = Flotador, ese siempre será el culpable.  

Vivimos en sociedad, por lo que todo aquello que pasa en lo micro, se replica de la misma manera en lo MACRO.

 

HAY QUE APRENDER A NADAR

En todas las sociedades hay reglas, creencias, dogmas o estructuras que “permiten el sano desarrollo de los individuos” por este motivo, no nos andamos matando unos a otros por la libre, pero cuando una regla, se convierte en IMPOSICIÓN, ya sea dentro o fuera de la familia o relación (De cualquier tipo), ahí ya nos están impidiendo aprender a nadar (Ser nosotros mismos) – Solo un par de ejemplos: “Tu no puedes revisar mi celular, pero yo si necesito saber tú con quien hablas”, “Tu eres mujer, tú no puedes cambiar un neumático”, “Tú eres hombres, no puedes tener un amigo gay” – En este tipo de casos, solo hay dos opciones: 

1-      Dejarnos poner el flotador.  

2-      Tirarnos al agua en soledad y aprender a nadar.

NADA que nos digan que es por nuestro bien, sin que nos den OPCIÓN de aceptar o no, sin que haya coacción, será positivo para nosotros; esto aplica desde la ropa que deseemos usar, aquello que deseemos estudiar o la inyección que necesitemos ponernos o NO.

 

Y  ME  ATREVÍ  A  NADAR  SOLO

En el lado “B” de esta historia, esta la realidad de aquellos que por la libre decidimos tomar la incertidumbre como Socia, en este largo camino de la vida, por lo que seguimos aprendiendo a nadar en el tormentoso o calmo mar, así como a caminar solos en la arena, las rocas o las solitarias montañas…   Es un andar que a cada paso tiene sus enseñanzas, momentos de observación y profundo descontento, pero al dejar los flotadores atrás y hundirnos en TODO lo que vemos y no nos gusta, se Aprende a Entender, Aceptar, Honrar y Fluir con la realidad propia y la de los demás.

Y así salimos a la superficie en Paz Interior y Felicidad para compartir con aquellos que están sin flotador en este INMENSO mar de incongruencias, donde no siempre la vida es más sabrosa, pero donde si aprendes a nadar, se goza mucho más.

 

Paz y Amor

 

Abdiel Barranco C.

La Aventura de VIVIR


PD. Si sientes que deseas a prender a SOLTAR tus flotadores, aquí estoy para guiarte.

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