Lo interesante del amor y las relaciones, ya sea de pareja, con los hijos, padres o amistades, es que cada uno lo vive y cuenta, según la experiencia que haya tenido… Por eso hay cuentos de lindos momentos, recuerdos de tragos amargos, memorables alegrías y obvio, dolores profundos y puntuales que no queremos recordar, por lo que los guardamos en la gaveta emocional del “olvido” - Que ilusos somos.
Por esto, pondré
en letras, no solo lo que he vivido y SENTIDO, sino lo aprendido en el camino,
con relación al verdadero Amor Incondicional y sobre todo, de una palabra mágica, la cual encierra
tanto poder y es el PERDÓN. Sí, la
ilusión del amor (ese mal amor), en la pareja, con los padres, hijos o
amistades, genera grandes aprendizajes que, una vez aceptados desde el Alma,
pasan a ser heridas sanadas, mismas que mas que dolor, nos llevan al mas
profundo agradecimiento, ya que han sido lecciones superadas y aprendidas, para
no volverlas a repetir.
GRACIAS A QUIENES ME TRAJERON
Nuestros
padres, esos que elegimos antes de nacer, son nuestro marco de referencia de lo
que “es la relación de pareja” ellos en su más profundo amor y
seamos honestos, desconocimiento, hicieron lo que podían, con lo que tenían… Y sí, no fue lo mismo ser padre o madre en los
tiempos de la segunda guerra mundial, que en los convulsos momentos del caso Watergate (Principio
de los 70´s) o en medio del colapso inmobiliario del 2008.
Esto nos
remonta a contextos socioeconómicos, culturales, afectivos y políticos MUY
diferentes, los cuales de manera directa o indirecta afectaron la situación económica
global, así como las emociones o el trato dentro de cada hogar, por lo que nuestros
padres, nosotros y ahora nuestros hijos están aprendiendo de ese bello concepto
llamado AMOR, un cumulo de recuerdos y experiencias, que en la mayoría de los
casos, NO han sido entendidas, aceptadas o sanadas, lo que ha perpetuando
viejos esquemas, que en muchas ocasiones y por miedo, no nos atrevemos a
superar.
Por esto,
es IMPORTANTE perdonar con el corazón, toda aquella acción o palabra que como
hijos recibimos de nuestros padres, por feo o doloroso que sea, ya que a quien
realmente perdonamos, es a nosotros mismos, sanando el alma, al liberarte del dolor que
tanto daño te causo, al montarte en tu orgullo, el cual te mantiene en el sufrimiento.
ECOS DEL ALMA
Hoy, cuando
en la palma de la mano tenemos una poderosa herramienta para aprender y sanar,
es cuando más renegamos de recibir o pedir ayuda, la cual esta ahí para empezar
a recorrer el camino que nos libere de tantas cargas, dolores y hasta
enfermedades, pero es triste escuchar al ego decirles en la mente “Que dirá
mi pareja”, “Qué pensará mi familia”, “Mejor invierte en una cartera” o el mas recurrente “Gracias, pero será en otro momento”.
Sanar un
dolor de cabeza o una muela con caries no te hace esperar un mejor momento,
pero cuando se trata de esos DOLORES DEL ALMA, la espera suele durar
años, en donde el dolor va echando raíces, generando hemorroides, problemas
cardiacos, cáncer de útero, depresión o una repentina trascendencia… Tan joven que era.
Y sí,
dejamos de escuchar el Alma, por hacerle caso al ego/mente, aun cuando estemos
jodidos y sigamos jodiendo de manera inconsciente, a nuestra pareja, hijos y
nuestros seres queridos, levantando muros y apartándonos de nuestro propio SER,
lo que impide que escuches hasta los ecos del Alma.
CUANDO LO ACEPTES
Entender y
aceptar nuestra realidad, es solo un paso, que aunque cuesta arriba, trae un alivio
que es palpable de dentro hacia afuera, ya que el sincerarnos con nosotros
mismos, es como vernos al espejo sin piel, para así ver cada golpe, herida o
fragmento de ese corazón maltratado y así, con
mucho amor, ir poniendo el ungüento del perdón, en cada herida,
permitiendo SANARLA desde adentro, como único remedio efectivo y veras, que
esta ahí para cada uno de nosotros, cuando tumbamos el muro que el ego ha
construido para “protegernos”. Afortunadamente hay espacio para Entender y
Aceptar que, a lo largo de la vida nos ha aislado en el dolor.
Sí, de
imposibles está llena la escalera al cielo, pero adivina, el cielo esta ahí
donde te encuentras en este momento, por ende, no tienes que hacer grandes sacrificios,
cruzar un desierto en 40 días y sus noches, es más, no te tienes que
autoflagelar o arrodillarte ante nadie, para alcanzar el perdón, tomando en
cuenta que eres tú, quien se tiene que perdonar, para así
perdonar a los demás desde tu interior y con amor.
Manda tu
orgullo a la mierda, pon en su lugar a tu ego y atrévete a sincerarte contigo
mismo y veras como todo a tu alrededor empezará a cambiar, ya que en ti está la
respuesta que buscabas y es PERDONAR de corazón.
ABRAZA Y PERDONA
Luego de
leer muchos libros, escuchar horas de charlas, VIVIR experiencias a brazos
abiertos con clientes, amigos y familiares, te sé decir que no hay nada más sanador que PERDONAR y bueno, si hay
lagrimas del Alma y un abrazo de por medio, ese momento se convierte en una
expresión de AMOR puro y sincero, ese que reconforta y te hace sentir humano,
mas allá de la piel, ya que al final del día YO ESTOY EN TI y TU EN MI.
Gracias
por leerme y sentirme.
Abdiel
Barranco C.
La
Aventura de VIVIR – Si
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