domingo, 13 de marzo de 2022

ENSEÑANZAS DEL DESEMPLEO

 


Sociedad, maraña de hilos que se van cruzando unos con otros, en el momento y de la manera planeada, según Dios, el Universo, el destino o como le quieras llamar.   En todo caso, cada uno de nosotros (Hilos) somos parte de una sociedad que consciente o inconscientemente nos ha marcado uno Norte, en el cual el TENER es la constante y punzante, que nos obliga a depender de instrumentos crediticios, generados por un sector que encontró la “solución” para alcanzar todo aquello que no “tienes” y que, con los años, muchos años, tal vez logres conseguir.

“Nada es gratis en esta vida” como bien lo dice el refrán, por lo que cada uno estudia lo que puede, lo que le dejan o alcanza, ya que el Estudiar o SER lo que se desea, es un camino que viene con el sello preconcebido de “Te vas a morir de hambre” por lo que de salida y casi que, sin opciones, te conviertes en un obrero más, de ese interminable registro numérico en donde cada 15 y 30, recibes el salario ganado, gracias a repetir una y otra vez, el mismo trabajo.

Y así vivieron nuestros abuelos, quienes entraban fácilmente y sin mayor experiencia, a un puesto que ocupaban de por vida, en aquellos tiempos en donde con el sueldo del abuelo, criaron a nuestros padres y tíos; donde la mayoría no tenia viajes a Disney, pero había amor y un plato con comida caliente en la mesa.  Luego nuestras madres, cuando la economía del hogar se apretó, salieron a ser parte del soporte del hogar, deseando la superación profesional, familiar y hasta personal.

Ese fue el ejemplo que mi generación llamada “X” vivió desde los 70´s, hasta que nuestros viejos se jubilaron, luego de repetir el mismo patrón del abuelo, dejando buena parte de su vida, en la institución de Gobierno o con suerte, en alguna empresa privada.

Hoy, luego que el rejuego político, económico y “sanitario” pusiera en jaque al mundo, desde pequeños a grandes emprendedores, empresas o multinacionales, todos sufrimos el impacto de una realidad para la cual no se nos educó, ya que “Tu tienes que estudiar para tener UN empleo” y sí, la educación nos enseñó a repetir, desde primaria hasta un nivel de post grado o doctorado, todo aquello que se descubrió, probo o inclusive fallo durante ese periodo llamado Pandemia.

Puedo estar equivocado, pero luego de 24 meses, en donde poner el pan en mi mesa o enseñarle a mi hija, a arroparse con la manta que a lo largo de estos años pude tejer, ha sido una enseñanza constante, por la cual hoy te comparto, lo que el desempleo me enseño.

 

SIN PENA Y SIN MIEDO

1-      Una de las enseñanzas mas profundas, fue aceptar que el tiempo y dinero invertido en emprender, tuvo su recompensa en lo APRENDIDO y el impacto que causamos en el alma de niños, jóvenes y adultos, a quienes con amor recibíamos en Arckalab.

 

2-      También fue darme cuenta que el Lab fue el medio, con el cual sane una herida de la infancia, ya que trate de SER para los chicos, ese maestro, consejero o guía que no tuve en la escuela, el colegio o la universidad, ya que escuchábamos su sentir, respondíamos todas sus preguntas, nos tirábamos al suelo con ellos, reíamos y también lloramos, siempre con la intención de aprender de aquello que nos hacia diferentes, pero que también nos unía.

 

3-      Perder la pena, al tener que solicitar el bono solidario, el cual por varios meses me permitió hacer el super para comer, cuando los ahorros se acabaron; así como también a ponerme una faja para hacer mudanzas en un camión de acarreos de un amigo y socio o tener que cambiar grifos aquí en mi edificio, cobrando barato, para así apoyarnos como vecinos que somos.

 

4-      El tener claro la importancia de mi salud mental, buscando lecturas, aprendiendo de aquellos que con amor transmitían sus conocimientos y reconociendo que, aunque estábamos en la misma tormenta, no todos teníamos el mismo bote para navegar y sortear esta ola que aún no se calma.

 

5-      Ayudar, ayudar y ayudar a quien necesita esa palabra de aliento o que se acercara a mi por medio de una llamada o un chat, para contarme sus temas “Coño hermano, el bicho me llego a domicilio” o saber que tengo amigos que sin pedirlo me dijeron “Hermano, donde comemos tres, sale un 4to. plato de comida” eso, la verdad no tiene precio – GRACIAS.

 

6-      SENTIR el amor incondicional de mi hija, quien se a portado valientemente, siendo consciente de la realidad de su padre, sin exigir, siempre de buen humor, también contándome sus miedos, frustraciones o sueños, eso me llena el corazón.

 

7-      Descubrirme a mí mismo, dejando atrás la necesidad de TENER o cambiar el carro cada 2 años o comprar 2 botellas de vino cada vez que iba al super en quincena; pequeños placeres que eran en respuesta a un vacío que tenía en el corazón, mas que a un verdadero disfrute de ese momento en el que compartía el vino.

 

8-      Descubrir a Dios dentro de mí, teniendo claro que más allá de los libros, las imágenes y los templos, el Dios que una noche me dijo “Salta que yo te sostengo” ese si es mi Dios y aquí estoy, gracias a él y las respuestas que me da, poniendo las llaves en el camino, para abrir las puertas que en cada nuevo ciclo voy abriendo, en el aquí y ahora, siempre aprendiendo de él y con él.

 

9-      Del querer al Amar de manera incondicional, también ha sido una gran lección, cambio profundo que me ha llevado progresivamente a dejar de pensar, para empezar a SENTIR, lo que es un cambio hermoso que agradezco, ya que, en mi camino de vida, cada HILO que me ha tocado, me ha ayudado a reafirmar que yo vine a ayudar.

 

10-   El darme cuenta que a mis 48 años, las redes dicen que soy algorítmicamente obsoleto, que mis mensajes intentan hacer que la gente piense o que proliferar el sentido común no es trending topic, aun así disfruto y amo lo que hago.

 

11-   Pero la lección mas grande y con la cual sigo trabajando y aprendiendo, es la de ACEPTAR que cada uno entiende y vive el mundo, el tener o el desempleo según sus enseñanzas, experiencias e inclusive miedos que lleva a cuestas, por lo que no es mi responsabilidad presionar a nadie, para que viva, entienda, acepte o fluya como yo, con todo aquello que día a día nos pasa…    La VIDA.  

 

Sí, esto podrá sonar poco creíble, pero gracias al “DESEMPLEO” he aprendido a conocerme, aceptarme y valorarme como individuo, SINTIENDO una profunda Paz, aun cuando por momentos las llamadas de los bancos intenten tumbarme al piso, las facturas de la luz y el agua quieran ahogarme o que no pueda transmitirles lo que siento, gracias al fantasma de “Su servicio de internet será suspendido” …    Aun así, el VIVIR apasionadamente un día a la vez, se ha convertido en el Norte que me mantiene VIVO.

Gracias y si tu o alguien que conoces está desempleado o desanimado, mándale esto, para que sepa que no es el único y que no pierda la esperanza de SER, quien vino a SER.

 

Paz y Amor

Abdiel Barranco C.

La Aventura de VIVIR

2 comentarios:

  1. Excelente reflexión.
    Una mirada a las generaciones pasadas y las actuales, y creo que eso es un tema amplio de discusión y análisis.
    Gracias por compartir tu experiencia y aprendizaje de esta situación, dicen el argot urbano "el que no la vive, no la cuenta" y sólo leer este escrito confirmo que de toda experiencia se aprende, sea buena o mala. Lo triste es no aprender de una experiencia. Un abrazo!

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias por sus palabras, definitivamente esta situación a venido a enseñarnos diferentes cosas a cada uno y nos a encarado con nosotros mismos. Para mí aprender a amarme primero para entonces poder amar a los demás con un buen amor, aprender que si yo no estoy bien, los que se sostienen de mí tampoco lo estarán. y sobre todo también a encontrar a Dios dentro de mi y no afuera. gracias por compartir. y no olvide que cuando más oscuro se pone es porque ya está por amanecer. bendiciones

    ResponderEliminar